Lucy Evans siempre consideró que tenía una vida afortunada. Exceptuando el hecho de los constantes accidentes que solían suceder cuando estaba cerca de un fuego y/o sus emociones se disparaban. Con el tiempo, se acostumbró a ello y los inevitables t...
❝El fuego trae destrucción y dolor. Si pierdes el control, acabarás con todo.❞
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Lucy Evans aún no podía asimilar como toda su vida había cambiado por completo, y en solo unas semanas. Parecía que hacía unos días estaba en el instituto yendo a clases sin ninguna preocupación salvo los exámenes. Ahora, en cambio, estaba en una academia e internado en medio de un bosque vete a saber donde, y al parecer, tenía poderes.
Durante el primer día, mientras Olivia Grace le mostraba el lugar respondiendo a sus preguntas, simplemente lo observaba sin creer del todo lo que estaba pasando a su alrededor. Una parte de ella no se creía lo que estaba pasando, pensando que era un sueño y que lo mejor era seguir la corriente hasta que se despertara. En cambio, su otra parte le decía que debía huir de ahí ahora mismo (pensando en que todos estaban locos) e ir a buscar a sus tíos, con la esperanza de que no estuvieran muertos de verdad. Pero en el fondo, sabía que aunque intentara negarlo todo lo que le estaba pasando era real, porque no había ninguna otra explicación lógica para aquello.
Solo empezó a planteárselo de verdad, durante la Ceremonia de Selección. Como si eso hubiera activado sus habilidades de alguna forma y gracias al hecho de que ya la habían etiquetado, por así decirlo, ya sabía lo que era exactamente, una Elemental de Fuego. Aquellas palabras resonaron durante su cabeza durante todo aquella noche y parte del día siguiente, hasta que tuvo que pelearse con Dylan Blake. Se sorprendió a sí misma de su capacidad para pelear, y dio gracias a haber mantenido una buena forma y aquellas clases de defensa personal hasta los catorce años: porque de alguna manera su cuerpo se movía inconsciente, como si hubiera nacido para aquello.
Y en el momento durante el cual detuvo la espada de Dylan, no lo hizo queriendo, su cuerpo se protegió de aquella manera mucho antes de que ella misma se diera cuenta, y mucho menos de la voz que susurraba en su cabeza y la animaba a arder, haciendo que sin controlarlo; las llamas aparecieron en sus manos. Hasta ese instante, en que pudo comprobar realmente que tenia poderes y controlaba el fuego: no se creyó todo lo que estaba pasando. Tardó todo el día en digerir por completo lo sucedido, y al final, decidió que no dejaría que eso pasara de nuevo, no dejaría que su cuerpo se moviera inconscientemente y mucho menos sus poderes por muy bien que funcionara así, y la próxima vez: vencería a Dylan con o sin poderes y/o armas.
¿Por qué odiaba tanto a Dylan Blake? Esa era una respuesta fácil. En un principio ya no le caía bien, no por que intentara ligar con ella, sino porque nunca le habían agradado este tipo de chicos. Y por otro lado, porqué él la odiaba, al parecer pensaba que era una asesina. ¿Cómo iba a agradarle alguien que pensaba así de ella? Además, Lucy siempre había tenido la regla de "si tú me odias, yo también te odio a ti". No llegaba a ser una persona muy pacífica en algunos casos, y este era uno de esos.
