Lucy Evans siempre consideró que tenía una vida afortunada. Exceptuando el hecho de los constantes accidentes que solían suceder cuando estaba cerca de un fuego y/o sus emociones se disparaban. Con el tiempo, se acostumbró a ello y los inevitables t...
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Dylan Blake se tensó automáticamente al oír aquella voz que se acercaba a ellos. Entonces, antes de que pudiera reaccionar, una silueta apareció en frente de el vestida con una capa negra.
—No deberías subestimarme —habló.
James Smith, quien estaba al lado de Dylan, lo miró asustado.
Entonces, la mujer de negro se deshizo de su capucha revelando su rostro mientras sonreía.
—Joder, tendríais que haber visto vuestras caras de susto —rió Lucy Evans mirándoles.
—¿Lucy? —preguntó un confundido James.
—¡Evans! ¡No tiene gracia! —la regañó el de ojos verdes.
—La verdad, es que sí que la tiene —la chica soltó una carcajada y se acercó a ellos.
—James, ¿puedes levantarte tú solo? —le preguntó Dylan cogiéndole del brazo.
—Claro que sí —respondió él levantándose lentamente pero en cuanto estuvo en pie, se tambaleó y cayó al suelo.
—Está claro que no —declaró la Fuego cogiéndole de un brazo y haciendo que rodeara su cuerpo.
Dylan la imitó cogiendo a su amigo del otro brazo.
—Vamos, nosotros te ayudamos.
Con su ayuda, James pudo mantenerse en pie y juntos anidaron lentamente hacia la salida. Al llegar al final del pasillo, Theo Smith les esperaba llevando una segunda capa negra en el brazo. Mientras que a su lado, un lobo gigante de brillantes ojos dorados los miraba atentamente, probablemente era Olivia Grace quien se había transformado.
—Tenemos que darnos mucha prisa —declaró el soldado mirándoles.
—Dylan, coge la capa y póntela —le ordenó Lucy mientras dejaba a James en el suelo y cogía la cuerda con la que antes habían estado atados sus amigos.
—¿Cuál es el plan? —preguntó confundido el Heredero tras ocultarse bajo la prenda oscura.
—Primero, ayúdame a coger a James y ponerlo encima de Olivia —declaró la chica.
