Elizabeth…sólo te quiere preocupar. Tú eres más lista que los otros ineptos que fueron a esa misión. Tienes a gente de confianza en ése equipo, y no olvides que el propósito de esto es salvar el culo de tu novio y futuro padre de tus hijos.- me digo a mí misma de que tengo que calmarme, estoy hiperventilando y mi respiración está acelerada ¿Qué mierda me pasa? Vamos mujer tú no eres así. Me agarro el pecho y trato de normalizar mi respiración. Con la otra mano me afirmo de la encimera y me siento en la silla más cerca. Cuando ya estoy más calmada tomo un vaso con agua y subo a mi habitación. Allí, en aquella pieza, el olor de Erick se encuentra en todos lados. Como si se acabara de echar su perfume…-suspiro- creo que le llamaré…fui muy cortante con él cuando hablamos. Dejé el vaso en la mesa y me senté en la cama. Marqué su número y estaba apagado. ¡genial!- frustrada y enojada me quito cada una de mis prendas y decido tomar una relajante ducha de agua caliente. Cuando voy a meter un pie en la bañera mi móvil suena con el tono de Erick. Corrí en su búsqueda y conteste.
-¡Hola, cariño! Siento mucho el habert…
-¿Quién eres tú?- una voz femenina se escucha desde el otro lado.
-¿Disculpa? ¿Qué haces con el móvil de mi novio?
-Erick está…ocupado. Lo siento nena, pero tú no eres nada de él. Así que deja de llamar y déjanos tranquilos. No queremos distracciones.
-Mira pedazo de zorra. Me vas a pasar al idiota de Erick en este mismo instante o sino…
-¿O sino qué? ¿Vas a hacer un escándalo mujercita?
-¿Sabes con quién demonios estás hablando?-me río incrédula.
-Con una puta que no deja a mi chico en paz.
-¡¿TU CHICO?! CUANDO TE VEA PUTA TE DARÉ LA MALDITA PALIZA DE TU MISERABLE VIDA, ASÍ QUE MEJOR…RUEGA QUE NO TE ENCUENTRE-gruño y cuelgo.
Erick…pedazo de imbécil ya me cabreaste. Creo que haré un cambio de planes. Llamo a los chicos y les informo de que partiremos a las 8.00 am. Mientras más pronto esté en Barcelona mejor. Ahora sabrás de ante mano cómo se siente que te de una paliza, Elizabeth Seidel.
Arreglo todas las cosas en mi maleta y voy al sótano. Ahí en un baúl bien escondido de los ojos curiosos guardé mis armas favoritas. Sentí mucha pena al entregar las otras…y créanme era un arsenal completo. Podía armar a un escuadrón completo con todas las armas que tenía, pero como renuncié a la base, Erick, exigió de que me deshiciera de mis armas para hacer la vida normal que yo quería. Nada de armas, nada de peligro, nada de la antigua teniente Elizabeth Seidel Aguilera. Eso se quedaría en nuestro pasado. Pero ¡Dios! No podía quedar totalmente desprotegida. Toda mujer tiene derecho a sentirse protegida y buscar los medios por los cuales defenderse en caso de que pase algo. Las armas son lo mío. No golpear con sartenes ni chillar como nena esperando de que me rescate el príncipe azul. Escojo mis hermosas blacktile, magnum, barrett M468, mí bereta xtreme, y la xk-11. Las mejores armas de la vida. Las guardo cada una en su respectivo estuche y las dejo en el living. Subo a mi habitación y bajo la maleta. Estoy cansada. Estar embarazada no es muy bonito siendo yo. Cuando creo que todo está en orden vuelvo a la habitación y pongo la alarma. Lo único que me faltaría es que me quede dormida, así si que estaré con un humor de perros durante toda una semana. De hecho creo que lo tendré. Maldito, Erick. Tengo unas ganas de cortarle las pelotas por imbécil. Seguramente es esa agente que vi ese día en que, Erick se marchó a Barcelona. Es lo más probable, y cuando la vea…mejor desea no haber nacido. Apoyo mi cabeza en la almohada y miro al techo. Instintivamente me acaricio el abdomen.
-Niños, su madre está loca. Espero que no me hagan pasar las mismas rabias que su padre.-suspiro-estaremos bien…nada malo pasará.
Despierto con el sonido de la alarma. Abro mis ojos y me estiro. Me levanto despacio rogando que no me vengan las náuseas, pero para mí mala suerte ellas aparecen. Como esa mágica galleta que me dio mi madre y estás se van-bendigo a mi madre por darme esta pequeña ayuda- tomo una ducha y lavo mis dientes. Busco en mi ropero algo que ponerme y me decido por un buzo deportivo. Ya me cambiaría después en la base militar. Amarro mi cabello rojizo y me maquillo con algo suave. Cuando ya estoy lista tomo mi celular y bajo hacia la cocina donde como un pan con mantequilla de maní y mermelada. Miro la hora y son las 6:30 am. Demoraré 30 minutos en llegar a la base…si es que no hay tráfico. Abro la puerta de la casa y voy sacando uno a uno los estuches de armas y los voy guardando en mi auto, luego meto mi maleta y por último cierro la casa y activo la alarma.

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shadows
AksiSegunda parte de SPY. En esta segunda parte seguiremos la historia de Elizabeth y Erick. Ella quiere hacer una nueva y tranquila vida alejada del peligro. Él extraña la acción de ser un agente... eso ¿a qué los llevará? nuevas amenazas surgirán y ta...