capítulo 20

202 13 1
                                    

La miro de arriba abajo como un ser inferior. Esta mujer ha despertado lo peor de mí y ya no hay vuelta atrás, no tendré piedad ni lástima.

-Bien, la prueba cuenta de tres circuitos o fases. La primera será la distracción, segundo los reflejos y anticipación, por último el aplicar todo esto y lograr camuflarse como uno más. Paula lo que hará ahora es aplicar las tres cosas que les dije-la miro

-cuando quieras comienzas-la chica comienza a caminar a mi alrededor supongo que analizando la situación.

-Bien, lo que ella está haciendo en estos momentos no sirve. Las cosas tienen que ser rápidas y espontáneas. Ella piensa demasiado por lo que hace que el enemigo se adelante ante nuestros movimientos y podríamos acabar delatándonos. Recuerden, la espontaneidad y naturalidad. Primero se comienza con sonsacar la información que queremos ¿no es así? Por lo que una buena conversación sería lo más sencillo. En el caso de nosotras las chicas tenemos la seducción y el carisma ante un hombre. Los chicos tienen esa chispa de ser divertidos y agradables, por lo que uno tiene que sacar todas las armas que posea, no lo digo literalmente chicos-ruedo los ojos-las armas reales solo se sacan en caso de emergencia o cuando algo ya no sale como planeamos. Bien, Paula, ven y distráeme o sácame información con una buena y agradable conversación-miro a Erick y solo niega con la cabeza divertido. Sabe que esta chica no pasará ninguna prueba.

-Bien Elizab…-no la dejo terminar e interrumpo.

-Nunca comiencen una conversación tuteando a una persona hasta que esa persona les de el permiso-le hago un gesto con la cabeza para que continúe.

-Srta. Seidel, que agradable verla.

-Lo mismo digo-me cruzo de brazos y me pongo seria.

-¿Cómo van los negocios?

-¿y a ti qué te importa? No es de tu incumbencia.

-y-yo lo siento…-vuelvo a cortarla y digo.

-Nunca demuestren nerviosismo ni inseguridad. Su enemigo siempre querrá intimidarlos, no los dejen.-ahora me dirijo a Paula. -Tú necesitas demasiada ayuda, no durarías ni media hora en una misión. Eres un desastre.-repito las mismas cosas que me dijo mi padre cuando entré en la base…niego con la cabeza sacándome de la cabeza sus palabras-la chica me mira con ¿miedo? Miro a los chicos y están sorprendidos. Erick solo está frunciendo el ceño-me aclaro la garganta y prosigo.

-Bien, lo segundo. Paula, véndame los ojos y toma un palo de la esquina de allá-los ojos de Erick se salen de sus órbitas.

-De ninguna manera harás aquello, Elizabeth-dice acercándose a mí.

-Quédate donde estás y no interrumpas-lo fulmino con la mirada y él me mira con odio, inseguridad y miedo. Como si yo le haría deliberadamente daño a mis bebés. Idiota.

-Paula comienza a vendarme los ojos.

-Estoy lista-dice.

-Bien, lo que harás será rodearme. Yo trataré de anticipar tus movimientos.-no se escucha ni una alma en la habitación. Inhalo y exhalo, relajo la mente despejándola y concentrándome. La siento en mi espalda, luego siento una suave ventisca por lo que me giro rápido y tomo el palo con mi mano impidiendo el golpe.

-Rayos…-dice ella.

-De nuevo-digo secamente-ella lo vuelve a intentar, esta vez es más cuidadosa con sus movimientos. Me atacará de frente, luego vuelvo a sentir la ventisca pero esta vez en los pies, por lo que salto y no logra golpearme-me quito la venda de los ojos.

shadowsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora