Capítulo 30

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-No estarás solo, Félix. Yo estaré contigo...ahora despierta...¡DESPIERTA!

La alarma suena a las 6:30 am indicando que un nuevo día comienza. Un gran bostezo sale de mí y me quedo mirando el techo unos segundos meditando y analizando lo que acabo de soñar...esto de soñar con Elizabeth asusta un poco. Pienso de lo que ocurrirá el día de hoy ¡Hoy es el gran día!

Me quito las sábanas de encima y me dirijo al baño para darme una relajante ducha helada para relajar los músculos. Mi móvil comienza a sonar pero no le pongo atención, seguramente es Damián llamando para despertarme o algo por el estilo. Pongo un poco de pasta de dientes en mi cepillo y me miro en el espejo. Tengo varias cicatrices, algunas de balas, otros de rasmillones, de operaciones quirúrgicas...en resumen, estoy lleno de marcas. Cuando terminemos con el rescate de Erick dejaré de hacer estas cosas y me dedicaré a ser un hombre de familia-frunzo el ceño-al decir verdad no tengo ni puta idea de cómo ser esa clase de hombre. Mi vida a estado basada en la violencia, no sería un gran ejemplo ni buen modelo como padre-niego con la cabeza y dejo de pensar en ese tipo de cosas, al menos por el momento. Todavía tengo que salir vivo y sin secuelas del rescate. Me meto en la ducha y pongo la mente en blanco dedicándome a escuchar el sonido del agua al caer y relajando cada uno de mis músculos. Cuando salgo de la ducha pongo un poco de música mientras me cambio ropa y arreglo unas cuantas cosas para llevar a la base. Miro el reloj de la sala de estar y son las 7:30, no me da tiempo para prepararme un desayuno en condiciones por lo que opto por tomar una manzana e irla comiendo en el camino. Guardo mi mochila en el auto y me acuerdo de que no eché mi rifle, corro al garaje y saco uno de los estuches de armas para meterlo. Ese es mi rifle regalón, en la base hay miles, pero no hay ninguno como él. Lo meto con cuidado en el maletín y lo llevo al auto. Me pongo en marcha camino a la base y que mejor que escuchando la gran Suit no.2 Montagues and Capulets, me fascina. Me voy a toda velocidad y llego en menos de 10 minutos, todo está revolucionado.

-¡Félix! Hasta que llegas hombre ¿Por qué no me contestas el móvil?-viene frunciéndome el ceño Damián.

-No sabía que ahora debía darte explicaciones, Damián-levanto una ceja.

-Claro que no me las tienes que dar, pero siempre eres puntual y te has atrasado-dice apuntando el reloj.

-No me he atrasado-frunzo el ceño. Estoy seguro que no me atrasé ¡Puse la alarma!

-Estás atrasado por una hora-miro su reloj y el mío, y tiene razón. Su reloj está una hora más adelantado que el mío.

-Eh tú, ¿podrías decirme la hora?-le pregunto a un agente que iba pasando a nuestro lado.

-Son las 7:55 AM, Señor.

-Muchas gracias, continúe con los suyo-miro de nuevo a Damián, y le levanto una ceja-¿Qué decías con que había llegado atrasado?

-Lo s-siento, creo que se me ha adelantado la hora a mí.

-Nunca pongas en duda mi puntualidad, Damián-frunzo el ceño.

-Lo lamento, Félix-se ve en su cara que está arrepentido, y no logro evitar reírme de la situación.

-Quizás a qué hora te levantaste por culpa de tu reloj, Damián-niego con la cabeza divertido y caminamos a los hangares para dejar nuestras cosas.

-Me levanté técnicamente a las 5 AM entonces-hace una mueca-voy a estar hecho una mierda.

-Tienes todo el trayecto del viaje para dormir un poco.

-Sí, no lo pongas ni en duda de que dormiré.

-¿Ha llegado Logan?-le miro.

-Sí, llegó mucho más temprano que yo. Está encerrado en su oficina.

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