shadows

capítulo 25

Elizabeth nos había dejado a las 9.00 Am. Su corazón no quiso cooperar y se detuvo completamente, para todos los que la conocemos desde sus principios y otros como no tanto ha sido un duro impacto y es casi imposible de creer. Yo no me lo quería creer cuando llamaron a su madre de forma individual para darle la noticia. Ninguno de los tres se pudo salvar…miro a mi alrededor y veo a su madre llorándola sobre la mesa del forense, se ve tan pálida…sin vida. Trago duramente saliva. Me acerco poco a poco y sostengo su mano inerte.

-No pensé nunca que nos dejarías tan luego, Elie…-dejo su mano en su vientre y le acaricio su cara.

-¿Qué fue lo que pasó, hijo? no puedo creerlo…dijo que solo había sido un choque y-y yo simplemente no puedo asimilarlo-dice la señora Seidel tapándose la cara para ocultar sus lágrimas.

-Señora…Elizabeth hubiera querido que ud. Supiera toda la verdad y como ella ya no está creo que tendré que decírselo yo, pero es mejor que lo hablemos en otro lugar-le señalo la puerta con la mano pero ella niega.

-No quiero dejarla aún. Dios, Erick…¿Dónde está él?

-Eso también tengo que conversarlo con ud. Lo hablaremos cuando se sienta más tranquila.

-Dime ya dónde está el novio de mi hija-su voz se pone más firme y exigente.

-La esperaré afuera-asiente con la cabeza y al salir me doy cuenta que le da un beso en su frente arrodillándose ante ella cerrando sus ojos y despidiéndose en voz baja de su segunda hija…debe de ser duro para un padre perder a sus dos hijos en menos de un año. Espero que la señora sea fuerte y pueda salir adelante.

Damián me espera en la sala de urgencias junto con un par de agentes de la base. Conversan acaloradamente seguramente de lo que pasó en el último par de horas. Damián al verme se acerca.

-Los chicos tienen noticias de García.

-¿y ellos cómo saben de García?-los miro ceñudo y con desconfianza, se supone que la base no sabía de García.

-Dicen que Elizabeth los llamó para pedir ayuda.

-¿Cuándo les llamó?-pregunto inquisitivo, puede que Elie nos haya dejado pistas…eso sería el estilo Elizabeth Rose Seidel Aguilera, una serie de pistas que nos ayuden a terminar el juego.

-Hoy mismo.

-¿Qué? Eso no puede ser.

-Los llamó en la madrugada, cuando estaba cobrando favores.

-Pero…hay algo que no me cuadra aquí-me restriego los ojos, estoy realmente agotado. No he dormido nada.

-Creo que es mejor que hables con ellos, tienen algo que nos puede interesar.

-Está bien-me acerco a los 5 chicos, bastantes jóvenes.

-Agentes-digo en voz baja pero firme. Los chicos saludan cada uno con un apretón de manos.

-La teniente nos dio la orden de disponerles un avión con municiones junto con equipo de 300 hombres y mujeres altamente capacitados. Dijo que ud. Fuera a la base y verificara la eficacia y capacidad de los agentes. Usted queda a cargo del rescate del agente Erick Blair-se pone en posición firme-a sus órdenes Teniente, para mí, y para mi gente será un honor servir al hombre de confianza de nuestra difunta Teniente-comandante Elizabeth Seidel-por dentro estoy hecho un remolino de emociones, entonces ¿Elizabeth sabía que algo le sucedería? ¿Por qué ascenderme y dejarme a cargo de algo donde ella aún estaba viva para llevarlo a cabo? Elizabeth…¿qué estabas planeando? Yo solo asiento con la cabeza.

-Nos veremos hoy en la base que está en las afueras de la ciudad por el lado norte.

-Teniente-se despiden los hombres y salen por la puerta. Me giro hacia Damián y el solo tiene una cara pensativa y mirando a la nada.