Lo primero que atiné a hacer fue llevarme la mano a mi cinturón buscando un arma inexistente en estos momentos. Me maldigo por no estar preparada pero ¡demonios! ¡¿por qué mierda tenía que aparecer y más en un lugar público?!
-Esteban. Déjanos solos, por favor. –Él nota que algo no anda bien, por lo que solo asiente con la cabeza y se va de la oficina, pero antes de irse me dice en el oído de que tenga cuidado.
-¿Qué haces aquí?-le grito.
-¡he! Trata con más respeto a la persona que te dio la vida, mujer.- el muy imbécil me sonríe y me indica que me siente frente a él. Por supuesto que no le haré caso. Estoy que le saco a golpes la estúpida sonrisa que tiene puesta en el rostro. Cuando ve que no voy a colaborar con lo que me pide niega divertido y suelta una carcajada.
-tú no cambias para nada Elizabeth.
-Respóndeme la puta pregunta que te hice Miguel-digo bruscamente.
-Bien, la verdad es que no tenía idea que estuvieras…estudiando. Solo es una coincidencia el habernos encontrado de esta manera. La verdad es que primero iba a pasar a ver a tu madre y luego te llamaríamos para darte las nuevas y buenas noticias, pero la sorpresa se ha arruinado.-suspira melodramáticamente y yo me cruzo de brazos.
-Tú no te acercarás a mi madre-le digo frunciendo el ceño-le basta y le sobra cargar la muerte de Paul y además que de la nada tú desapareciste dejándola sola cuando más te necesitaba. No quiero que le hagas daño y si tuviera mi placa en estos momentos te estaría arrestando o te hubiese matado-le sonrío sínicamente.
-no serías capaz de matar a tu padre Elizabeth-sonríe.
-Créeme que tengo bastantes motivos para hacerlo-le devuelvo la sonrisa-además, tú dejaste de ser mi padre aquel día que me traicionaste.- en eso la puerta se abre de golpe y veo a un agitado Erick entrando por la puerta y analizando rápidamente la situación. Cuando ve que no estoy en “peligro” se pone a mi lado y mira fijamente a mi padre. Sabe lo de la traición y bueno…en estos momentos me maldigo a mí misma por haber renunciado a la base. Mi padre al ver a Erick frunce le ceño y luego se pone a reír.
-¿así que serás el héroe ahora de que Elizabeth renunció? –Erick frunce el ceño.
-¿De qué hablas?
-¿no le has contado?-Erick se tensa inmediatamente…¿De qué mierda hablan?
-¿Qué no me has dicho?-le pregunto a Erick.
-nada Elie…este loco quiere ponerte en mi contra-sigo frunciendo el ceño. Algo no me cuadra aquí. Miguel niega con la cabeza y se para. Mira a Erick y le dice
-Cuando se enteré de la verdad será tu fin-y con eso se va.
-Me puedes explicar ¿qué fue lo último que te dijo?-me siento estúpida por no entender lo que hablaban.
-Nada, cielo.-me abraza y me acaricia la espalda. Yo le abrazo, y miles de preguntas surgen. ¿Erick me estará ocultando algo? Será mejor que averigüe en qué es lo que no me quiere decir. En eso se abre la puerta y nos revela a un Esteban con cara de preocupación. Al vernos abrazados se acerca a mí me toca el hombro.
-Hey ¿Estás bien nena?
-quita tus manos de mi mujer quieres-le dice Erick quitando su mano de mi hombro.
-Erick, no trates así a Esteban. Sólo quiere saber cómo estoy-le riño y me suelto de su agarre y me acerco a Esteban.
-estoy bien, solo pasé un mal rato. ¿por qué mi padre te ha venido a ver?
-Porque quería saber tu paradero-Dice ceñudo-¿Qué está pasando Elizabeth?
-¡Diablos! ¿Qué le dijiste? ¿te pidió algo más?
-tranquilízate Elizabeth. No le dije nada. Tú llegaste cuando él recién había llegado.- camino como gato enjaulado por toda la oficina.
-cariño, siéntate y tranquilízate.-Erick me guía hasta una silla y me hace sentar. Los tres nos miramos y yo me toco las cienes. Me duele un montón la cabeza.
-Erick, llévame a casa. Hablaremos de esto cuando me sienta mejor. Esteban lo siento mucho por esto.
-no te preocupes Elizabeth. Llámame cuando te sientas mejor, ¿bueno?
-yo te avisaré si ella está bien-gruñe Erick y yo ruedo los ojos. ¿por qué es tan celoso?
-te llamaré a penas me sienta mejor. Adiós Esteban. Me paro, beso su mejilla y salgo tomada de la mano de mi hermoso y celoso hombre.
-no era necesario que te portaras como un cavernícola protegiendo su territorio.
-solo protegía lo que me pertenece nena, siempre lo haré- me sonríe y me besa-Así que ¿vamos a casa?
-sí…no me estoy sintiendo bien.
-bien, si te sientes mejor salimos a comer después.
-ok-le trato de dar una sonrisa pero…mierda no entiendo el por qué me siento tan mal. Tengo un dolor de cabeza horrible y tengo ganas de vomitar. No creo que el ver a mi padre me haya hecho enfermar de esta manera. Erick me abre la puerta del copiloto y me siento. Él cuando se sube comienza a conducir camino a nuestra casa, pero las ganas de vomitar me pueden.
-¡Para, Para, Para!-Erick para, abro la puerta y vomito todo lo que comí en la mañana y más si es que es posible. Erick me soba la espalda y me pasa un pañuelo para que me limpie la boca. Cuando siento que ya no botaré nada más cierro la puerta y apoyo mi cabeza en el asiento.
-cariño…creo que es mejor que vayamos al médico.
-no es necesario. Seguro algo me cayó mal del desayuno o solo es el estrés que me provoca mi padre.
-Elizabeth…
-solo llévame a casa Erick. Ya verás que se me pasará con una buena siesta-le miro y sonrío. El niega con la cabeza.
-eres tan cabezota-suspira.
-y me amas así.
-y te amo así-me sonríe y acaricia mi pierna. Apoyo nuevamente mi cabeza en el asiento y me quedo dormida.

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shadows
AcciónSegunda parte de SPY. En esta segunda parte seguiremos la historia de Elizabeth y Erick. Ella quiere hacer una nueva y tranquila vida alejada del peligro. Él extraña la acción de ser un agente... eso ¿a qué los llevará? nuevas amenazas surgirán y ta...