shadows

capítulo 19

Debo decir que volar es una de las pocas cosas que no se me dan bien. Aparte de tener demasiadas turbulencias, el despegue y el aterrizaje fueron un infierno, un real infierno…por un momento pensé en lo estúpida que fui y no decirle a uno de los chicos que me acompañara y manejara esta cosa endemoniada, pero bueno…lo peor ya pasó. Ahora estoy sentada en un Jeep que arrendé mirando fijamente la casa en donde se supone que debería de estar Erick. Traté de localizarlo por el GPS, pero la señal me desviaba a Pakistán. Sé que no está ahí y me alegra de que sea precavido con eso del GPS, ya que es muy fácil para el enemigo rastrearte por ése medio. Me decido a investigar un poco y si es que efectivamente está en la casa o si ya han salido de misión. Y si ya lo hicieron son unos estúpidos. No estaban listos para ninguna de esas fiestas.

Saco las llaves y apago el móvil. Esteban no ha parado de llamar y no estoy lista para contestarle. Me bajo del Jeep y camino a paso lento hacia la casa, detecto que las cámaras que tienen comienzan a moverse y me siguen a medida de que voy llegando a la puerta, ni siquiera alcanzo a tocar el pomo y siento que me abrazan. Siento que he vuelto a estar en el paraíso, en el lugar donde debo estar... el aroma tan característico de él inunda mi nariz y mis músculos se relajan. Envuelvo mis brazos en su cintura y lo abrazo muy fuerte.

-Elizabeth…

-Calla…

-Nena, yo lo siento. Por favor no me dejes.

-He dicho que calles…no arruines el momento-No insiste y solo me abraza. No sé por cuanto tiempo nos quedamos así, segundos, minutos, horas…solo sé que se siente jodidamente bien. Pero la realidad vuelve a nosotros. Me deshago de nuestro abrazo y cruzo mis brazos alrededor de mi vientre.

-Necesito respuestas-Digo sin titubeos.

-Y yo te las daré. ¿Quieres que hablemos aquí o en otro lugar?

-Preferiría en otro lugar, he visto que cerca de aquí hay una cafetería.

-Bien, vamos allí entonces. Deja ir por mis documentos y nos vamos.

-De acuerdo-Me hace pasar en la casa y me indica que tome asiento en uno de los sillones de la sala de estar. Me siento y recorro con la mirada todo lo que hay en mi alcance de vista. Escucho en los pisos de arriba unos golpes y chillidos y frunzo el ceño. ¿Qué demonios sucede? Subo con cautela las escaleras y busco el origen de los gritos y sonidos sordos que se escuchan por toda la casa. Abro una de las puertas y veo que se trata del equipo de Erick. Todos están entrenando concentrados que ni se fijan de mi presencia. Escucho a Erick gritando mi nombre y luego sube las escaleras desesperado. Su cara es un poema.

-Aquí estás, pensé que te habías ido-ruedo los ojos y bajo las escaleras seguida por Erick.

-No me iré de aquí sin las respuestas.

-Cariño…

-Vamos, la cafetería no está lejos. Iremos caminando.

-No entiendo nada Erick. Pensé que estábamos bien, seremos padres… ¿Por qué me engañaste con esa mujer?-le digo completamente irritada.

-Cielo, yo no te engañado con nadie. Paula y yo no tenemos nada. Tú eres lo más preciado que tengo, Elizabeth. Tú y los niños son los únicos a los cuales yo amo.

-Erick…yo te llamé y esa bruja contestó tu móvil y me dio a conocer de que estaban juntos, luego vengo a España para ver que rayos está pasando con mi novio que además me ha estado mintiendo y si a eso le sumas que me anda cagando con otra mujer no es nada bonito. Llego a verte y todo bien, al día siguiente cuando vengo a ayudarte con tu equipo esa misma zorra estaba prácticamente sobre de ti, y no te atrevas a negarlo porque fue así-le apunto enojada.