quizás sí, quizás..., sí

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Hyunghyuk

Recuerda claramente lo que sucedió al día siguiente, luego de quedarse en casa del Rubio que ahora enda de peli Rosa.
El chico se había despertado con los mil demonios encima. Por más que quisiera pasar tiempo con el de menor estatura, debía retirarse de su departamento. Sabía por qué estaba así, sabía que ese por qué era justo él.

ㅡSi en otra vida volvemos a coincidir, ¡ni me hables!

Minhyuk estaba muy seguro de ello cuando se lo gritó mientras habría la puerta para irse.

Ahora, estando en su oficina sufriendo una severa abstinencia contra la inmoralidad sexual, se pregunta qué ha sido de su pequeño brillo de sol.
No lo ha visto desde aquel entonces e ir a la empresa de este, no es una opción. Lo echarían como si fuera un pepenador o algo así. Y eso, jamás lo permitiría.
Quizás podría recurrir a un plan B.

¡Por supuesto!

¿Cómo no se le había ocurrido antes?
Su físico es casi afeminado por lo que podría usarlo como fachada, es decir, se vería ultra lindo de mujer; un travesti desapercibido.

Por más lunático que sonace la idea, él se encuentra sonriendo porque tiene un gran fin: ver a su brillo de sol.

3 horas más tarde.

Un decaído Minhyuk, se encuentra en su sala de juntas. Sólo, como siempre.
Obteniendo una aburrida vista de lo que hace años pensó sería su lugar favorito en todo el mundo.
Justo ahora, y desde hace meses, es que sabe que eso no es así. Siempre se mintió. El dinero no lo es todo, su corazón no late oro.
Al fin, cada quien se engaña con la mentira que más le gusta.

Desvía su mirada hacia el latente horizonte tras el ventanal y demás edificios enormes fuera.

ㅡDebería conseguirme un gato. Son silenciosos pero hacen buena compañía. -se auto-propone.

ㅡEso no sería necesario si me permitirías pasar tiempo junto a ti.

Al reconocer la voz, ni se inmuta en voltear a ver su portador.

Quiere que vea que está molesto, aunque no lo está, sin embargo, quiere seguir molesto.
Se está comportando como un niño al que le quitan un juguete. O más bien sus ilusiones.

Hartandose pronto del silencio en la sala, Hyungwon le exige de una vez por todas a Minhyuk mirarle a los ojos. Para demostrarle que es capaz de todo para que este vea que está dispuesto a formar parte de su vida, a formar parte de Minhyuk. De su brillo de sol.

ㅡ¡Carajo, mirame!

Los hombros de Minhyuk se destenzan.
Resignado a voltear para ver el rostro del hombre que ama pero a la vez le tiene una pizca de desapruebo, lo hace, queriendo llegar a verse lo más serio posible pero el momento no lo amerita.

¿Hyungwon vestido de mujer? O sea, peluca, falda y tacones.
Uno de sus sueños se ha vuelto realidad. Un abrupto dèjá vú.

ㅡPodrías entrar al Miss universo y ganarle a ese montón de palillos huesudos.

Hyungwon rueda los ojos.
Y debido a ese acto, la armadura de Minhyuk cae sin vacilar emprendiendo una fuerte carcajada de delfín ahogandose.

ㅡNo podré ser el mejor travesti... pero tu risa es horrible, ¡Dios! -se queja cubriendose los oídos.

Ese ruido podría dejarlo sordo de por vida.

Ok no, exageró en ese punto.
Lo cierto es que le alegra saber que al igual que él, Minhyuk tiene sus imperfecciones. Lindas y adorables imperfecciones.

Al Amor Que Me Das [ShowKi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora