Como Sobrevivir a ser hijo del YoonMin.

14.

Hoy era el gran día, él día donde Jihoon sería un año más grande.

22 de Noviembre.

¡Que emoción!

4 largos años que tuvo que pasar. No veía las horas de crecer y poder trabajar como sus papás para tener muchas casas como sus papis y tíos, y un auto ¡Y UN DINOSAURIO!
Compraría un velociraptor, y Jihoon entrenaria mucho para hacer una competencia y ganarle al dinosaurio; sería tan exitoso...

Sonrió a la nada y sintió un toque en su cabecita que lo hizo salir de sus planes a futuro. Sonrió aún más.

-¿Me ayudas a poner los vasos en la mesa, woozi?- le dijo su padre Jimin.

Por supuesto que ayudaría, ya era un niño grande y podía hacer esas cosas.
Tomando los vasos, se dirigió al gran patio trasero en el que jugo un poco más de la mitad de su vida.

¡Extrañaba tanto Busan!

La gran casa hogareña que solía Compartir con su tío kookie cuando olvidaba pagar la renta de su departamento personal (o solo cuando quería), sus amigos, su graaan patio y el hermoso gran árbol viejo atrás; incluso seguían allí las plantas que plantó con sus papis el año pasado.

También extrañaba la casa en Daegu, hacía tiempo que no visitaban su bonita en casa en Daegu, el tío Tae suele quedarse a cuidarla en su ausencia... Pero él ahora estaba ahí, en Busan ayudando para su cumpleaños; no es que le molestara, al contrario, pero es que TaeTae ni siquiera había dejado a YeonTan en la casa.

Aunque si se pusiera a pensar... Últimamente siempre veia a sus tíos en Seúl... ¿¡Quién cuidaba sus casitas!?

Ni siquiera Min Holly se había quedado en Daegu a cuidar algo, estaba correteando con YeonTanie por todo el patio...

Todo era tan confuso...

-¿Jihoon? Apurate que ya llega Yoonie con los espejos.- le recordaron así que terminó rápido su trabajo para volver a entrar y esperar a su papá.

Al final si consiguió que sus papis le traigan espejos para su cumpleaños.

En lo que esperaba, siguió pensando en sus casas... ¿No tenía muchas?
Aunque sus papás decían que no eran solo suyas sino que también de sus tíos Kookie y TaeTae. Nunca entendió porque pero no le molestaba compartir su casita, hasta tenían su habitación propia.

-¿No estas pensando mucho, enano? Te salen arruguitas de anciano.- sintió una voz.

-¡PAPI!- y saltó a sus brazos.

Un estruendo se escuchó al estar entre los brazos de su padre.

-¡YoonGi! - Su tío Nam se quejaba, la sangre bajo de su rostro. Al fondo su tío Hoseok también estaba blanco como su papi.

-Lo siento, Lo siento.- bajó a Jihoon y entró rápido alzando la gran caja que había sonado antes.

Un suspiro colectivo de alivio se escuchó cuando verificaron que no se habían dañado. Quizo reírse de sus caras pero un grito lo distrajo.

-GUCHI-AH

¿Seria verdad?

Vislumbro a Wonwoo de la mano de su tío kookie en la puerta. Ambos pegaron pequeños gritos agudos y corrieron a abrazarse.

No se habían visto hace días, Jihoon debía ir a la guardería y no podía ver a su mejor amigo. Los chicos de la guardería de Seúl eran buenos pero aún no consideraba a ninguno tan cercano como a los de Busan, o Wonwoo.

-Wonwoo, el regalo.- le recordó Jungkook, extendiéndole un paquete forrado en papel de regalo.

-Ven, vamos a jugar a tu habitación.- le dijo, y ambos corrieron hacia el lugar.