Como Sobrevivir a ser hijo del YoonMin.

25.

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En una calle de Seoul, muy random para ser sinceros, caminaba un muy renovado, y a punto de entrar en la pubertad, Min Jihoon de 12 años/casi 13, además, adivinen que...

SIN MÁSCARA

Sus tiernos ojitos gatunos que gritaban "Acercate y te muerdo"  estaban al descubierto junto con su linda boquita con dulces e inusuales holluelos escondidos.

Aunque su semi-largo y Castaño cabello estaba cubierto por la capucha de su buzo.

Estaba afuera con una misión.
Enviar las solicitudes de admisión para un secundario.

Se suponía que debería elegir alguna que el quisiera, pero cuando dijo la frase

"-Papás, quiero ir a la SOPA"

La extraña mirada y el rotundo "NO" que le dieron fue claro y ahora, debería aspirar a otra ordinaria -o no- secundaria.
Aún cuando pataleó y lloró, le fue estrictamente prohibido y arrebatada la idea de querer entrar al SOPA.

-Es por tu bien.

Le dijeron sus padres, incluso sus tíos estuvieron de acuerdo con la decisión de sus padres.

Completamente injusto.

Y aquí se encontraba ahora, caminando a entregar los horribles sobres tradicionales a ver si alguien se dignaba a ofrecerle un exámen de admisión luego de que algo trágico sucediera y debería ser cambiado tan abruptamente. Los sobres fueron estrictamente comprobados por sus padres para que ninguna vaya a su ansiada secundaria.

No confían en su obediencia y respeto hacia ellos. Por San Siwon ¿Alguna vez hizo algo para poner en duda su confianza?

...

Bien, si que hizo algunas cositas pero no las diría.

Puta vida. -hehehe es tan divertido insultar ahora-

Volviendo al punto. Un gran y despeinado chico con saco amarillo patito se dirigía a él.

-Voy Tarde, Voy tarde- murmuraba en su mundo.

Tan tarde que no se fijó en el camino y terminó atropellando al pobre chico delante cayendo los dos en el momento.

-Lo siento, voy tarde...

El chico se levantó y salió corriendo. Frunciendo su frentecita, Jihoon lo miró indignado.

Si todos los alumnos del SOPA eran así de groseros, prefería no ir.
Se levantó con dignidad y volvió a su camino.

Maldito niño.

Siguiendo su rumbo entró a correo Nacional de Corea del Sur queriendose morir en ese instante. ¿Cómo es que la gente todavía usaba este medio para hacer cosas?

Maldita sea.

Prácticamente se le fue todo el dia en la maldita fila para mandar las malditas cartas de las narices.

"- En serio no quieres que lleve yo las cartas al correo?

-No, yo puedo hacerlo."