Let me love you [Yoonmin] ©

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No podía dejar de mirar a Jimin desde mi lugar. Él se veía más que concentrado en los cientos de libros que estaban frente a él. Sentí dos palmadas en mi espalda, y pude ver a Namjoon, quien me sonrió y se sentó junto a mí.

—Qué suerte que lo trajiste aquí. Podía entender que no se sintiera cómodo si yo le explicaba las cosas, pero después de lo que pasó... me temo que esto es lo mejor.

—Aún quiero matar a ese idiota.

—Hay algo mejor que eso, y lo estás haciendo. Estás junto a Jimin.

—Por supuesto, ¿Quién no lo estaría?

—Hay gente que se encierra mucho en su cabeza en vez de escuchar otras versiones de la historia. Si otro hubiera estado en tu lugar, tal vez habría creído más lo que vieron sus ojos que lo que realmente sucedió.

—Lo sé, pero con tantas señales de su parte, eso sería algo muy estúpido. Era obvio que algo pasaba —suspiró—. Olvidémonos de eso por un momento, ¿Cómo va?

—Muy bien. A este paso, aprobará ese examen hasta con los ojos cerrados. También es bueno que lo hayas ayudado a soltarse un poco más, ya que una de las instancias de la evaluación es oral. No sé cómo se sentirá hablando frente a los profesores, pero si puede practicar un poco ahora, con lo que sabe sé que le irá bien.

—Eso espero.

Namjoon rió, y lo miré alzando una ceja.

—¿Qué?

—Ya está terminando.

—¿Y eso?

—Cuando lo haga, tendrás mucho tiempo para abrazarlo, ten paciencia.

¿Acaso era tan obvio?

Tal vez sí... las cosas habían pasado muy rápido, y Jimin había despertado en mí más sentimientos de los que solía conocer. Sonreí casi sin darme cuenta ni bien él alzó su cabeza también para mirarme. Rió tímidamente y en silencio y volvió a enfocarse en sus estudios.

Lo amaba demasiado.

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—Entonces... entiendes todo.

Jimin suspiró y escondió parte de su cara en su bufanda. Estábamos caminando hasta su casa, y el frío era insoportable.

—Namjoon es excelente explicando, hace que todo se vuelva más fácil. Tuve que haber ido con él desde un inicio.

—Bueno... estás ahora, eso es lo importante.

—¿Crees que pueda hacerlo?

—¿Por qué? ¿Qué crees tú?

—Creo que a estas alturas de mi vida y con todo el tiempo que pasé sin haber logrado nada de lo que quería, no debería ilusionarme con esto. No quiero tener altas expectativas, y tampoco decir que no voy a lograrlo. Simplemente voy a hacerlo sin pensar en el resultado.

—Es una buena idea. De todas formas, creo que lo harás bien.

—También yo —admitió en voz baja.

—Esa es la actitud —lo abracé de costado sin detener nuestros pasos.

Jimin rió suavemente, y unos metros después, me soltó. Se dio vuelta y comenzó a caminar hacia atrás desde la vereda hasta la puerta de su casa.