• 19 •

4.7K 672 93
                                    

Jungkook me miraba serio desde hacía ya un buen rato. Yo, por mi parte, apoyaba mi codo en la mesa, y mi mejilla sobre el puño cerrado de mi mano. Tenía un bolígrafo en mi otra mano con el cual no paraba de hacer garabatos en una de las hojas del cuaderno que utilizaba para mis apuntes.





—Nunca te vi tan mal, hyung.

—Me siento estúpido. Sentirse mal por amor es estúpido —gruñí.

—Claro que no. Es completamente natural.

—Lo es, pero no deja de sentirse como algo que no debería de ser así. Puedo con casi todo últimamente, ¿Por qué no con esto?

—Porque adoras a Jimin y temes alejarlo.





"No. Adoro a Jimin, y temo que él se aleje de mí, porque yo jamás haría algo para que huyera de mi lado... no a propósito", pensé.





—¿Crees que me odie por esto?

—Odiar es una palabra muy grande, y Jimin te quiere mucho. Dudo que vaya a odiarte por haber hecho algo para ayudarlo.

—Tienes razón.

—Y por lo otro no te preocupes. Si él no siente lo mismo por ti, sé que seguirán siendo buenos amigos.

—¿Por qué es tan horrible escuchar eso?

—Porque así es al principio. Yo lo sé muy bien.





Jungkook miró hacia abajo y jugó con sus dedos. Sabía de lo que estaba hablando. Hacía un par de años, se había enamorado de Taehyung, pero este no había podido corresponder a sus sentimientos, pues sentía cosas por Hoseok. Había pasado momentos muy difíciles en cuanto a sus sentimientos.





—¿Y cómo hiciste?

—Bueno, tienes que poner en la balanza qué es más importante, si perseguir algo que no está destinado a que pase, al menos en ese momento; o estar bien. Elegí la segunda opción, y también elegí olvidarme de mis sentimientos para que mi amistad con los chicos no se viera afectada. Lleva un tiempo y no es fácil de sanar, pero no es imposible. Además, no te adelantes a eso. Ni siquiera sabes qué siente Jimin. Estás preocupándote en vano.

—De todas formas... lo tuyo está funcionando.

—Sí. Se ve que en esos momentos de desesperación, haber intentado la brujería para el amor por fin está dando sus frutos.

—Oye... —lamí mis labios— ¿Qué hiciste?

—¿¡Eres idiota!? Es un chiste.

—Lo... lo mío también lo fue.

—Deja de humillarte solo, hyung —se carcajeó y se paró.

—¿A dónde vas?

—Ya tengo que ir a mis clases... y Jimin está por allí mirándote desde hace un rato, me da cosa seguir aquí contigo si él está solo. Ve con él.

Let me love you [Yoonmin] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora