• 28 •

4K 584 37
                                    

Era domingo, y Namjoon nos había invitado a todos a cenar a su casa algo que él había preparado, y que nos encantaría... pero que olvidó controlar y se quemó por completo, razón por la cual terminó ordenando algo por teléfono. Cuando ya estuvo todo preparado sobre la mesa, empezamos a comer. Jimin estaba a mi lado, con su silla prácticamente pegada a la mía. Era la primera vez que asistía a una reunión con todos juntos, y aunque él quería mucho a los chicos, aún se sentía incómodo estando en grupo. Lo miré de reojo. Estaba viendo sus manos juntas sobre su regazo. Las acaricié suavemente y con disimulo para que no se avergonzara de alguna muestra de afecto frente a los demás, y me miró.







—¿Todo en orden?

—Sí.

—¿No vas a cenar?

—No tengo tanta hambre.







Presioné juntos mis labios. Desde que habíamos comenzado a salir, solíamos pasar mucho más tiempo juntos, y compartir varios almuerzos o cenas, y podía jurar que desde hacía días que no se estaba alimentando bien. Estaba actuando bastante extraño.







—¡Vamos, Jimin! ¡Cociné esto especialmente para ti! —gritoneó Namjoon, causando que todos riéramos.







Todos, excepto Jimin, quien bajó aún más su cabeza.







—Lo siento, hyung.







Todos callamos poco a poco al ver que tras aquella bromita había empezado a alimentarse. Namjoon aclaró su garganta, sintiéndose culpable.







—N--no tienes que hacerlo si no quieres, Jimin. Era sólo una broma, lo siento. Yo--

—Está delicioso —sonrió mínimamente.







Silencio, otra vez. Hoseok decidió romper el hielo hablando de un cantante que le gustaba y que haría una gira pronto. Todos los demás, al tener gustos muy similares, se entretuvieron con aquella conversación. Por mi parte, no podía sumarme. No podía hacer más que mirar a Jimin, quien parecía una especie de robot al no mostrar emoción alguna. Miré a mi alrededor para cerciorarme de que nadie nos estaba mirando, tomé una de sus manos y dejé un beso en el dorso. Apenas giró su cabeza para verme.







—¿Qué sucede, Jiminnie?

—Nada.

—¿Acaso no te sientes cómodo? Si es así, nos vamos.

—¿Podrías quedarte a dormir en casa cuando volvamos? Por favor.







Me sorprendió que haya pedido aquello de la nada, mas no me detuve a pensar en eso. Asentí varias veces con la cabeza y entrelacé mis dedos con los suyos.







—Sí, por supuesto. Claro que sí, Jiminnie.

—Gracias.

—Sabes que estoy para lo que necesites —besé su frente—. Cuando quieras, podemos irnos. Tú sólo dime, ¿Sí?

—Los chicos me caen muy bien. Me quedaré contigo hasta la hora que quieras.

**********

Jimin no se encontraba muy bien de ánimos, y eso se notaba a kilómetros de distancia. Por eso, a pesar de haber estado pasando un momento fantástico junto a mis amigos, decidí retirarme media hora después de haber cenado. Llegamos a la casa de los Park cerca de las doce de la noche, saludamos a todos y subimos al cuarto de mi novio. Él me prestó una remera y unos pantalones cómodos para que pudiera cambiarme y dormir mejor, y cuando ambos estuvimos listos, nos recostamos en su cama. Rodeé a Jimin con mis brazos por su cintura, y lo sentí alejarse.







Let me love you [Yoonmin] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora