Capitulo 34

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Objetivo 10: Dar mi primer beso- Enero

Habían pasado dos semanas desde la fiesta de año nuevo que mis padres y los padres Heaven decidieron organizar... Habían pasados quince días desde la última vez que hable con Tory. Ella estaba enojada conmigo por haber invitado a Margoth a la fiesta; Tory y yo la estábamos pasando increíble hasta que vio a la rubia acercarse a nosotros y no, no piensen que ella se abalanzo sobre mi como lo hubiese hecho en el pasado, de hecho fue muy amable y cortes tanto que le pidió una disculpa por su comportamiento la noche de la pelea, la que en verdad me sorprendió fue la castaña y su forma inmadura de actuar, simplemente se fue y no nos dirigió la palabra en toda la noche y cuando intente llamarla al día siguiente no me respondió.

Estaba de camino a su casa, Carry me insistió que viniese ya que mis hermanos estaban ahí, no proteste, quería hablar con Tory. Al llegar a la entrada y tocar la puerta me encuentro con su mirada confundida.

- ¿Qué haces aquí?- pregunta disgustada.

-Carry me dijo que viniera- nos quedamos en silencio unos segundos- ¿me dejaras aquí afuera todo el día? hace frío.

Se aparta pare que entre, me sorprendo al ver que no hay nadie.

-¿Y mis hermanos?

-Josh, Verónica, Daniela y Sofía, en una salida con mis hermanos mayores y algunos de los chiquitos- dice regresando a la cocina, la sigo- David esta junto a Katy jugando con los perros.

-¿Y Carry?- pregunto viendo como mete un pastel al horno.

-Junto a mis hermanos, creo que quería que tú y yo hablásemos sobre lo que pasó en año nuevo.

-Pues, ¡Gracias Carry!- digo con bastante ironía- es exactamente a lo que vine.

-No creo que tengamos nada de qué hablar- se volteó a verme cruzada de brazos- así que si quieres me puedes ayudar a preparar el almuerzo.

Acepte y empezamos a cocinar sin hablar ni una sola vez, cuando ya todos tienen sus platos los niños suben a sus habitaciones y nos dejan a Tory y a mi solos. Comemos todavía en silencio, al terminar tomo nuestros platos llevándolo al fregadero para lavarlos, ella siguió sin dirigirme la palabra todo el tiempo, al terminar me recuesto contra el mesón.

-Fuiste una infantil ¿Lo sabes?

-Y tú un provocador- responde enojada.

-¿Y por qué lo soy?

Sus ojos se abrieron mucho, se notaba sus ganas de gritarme.

-¡JUEGAS CON LAS PERSONAS! ¡EN UN MOMENTO ESTAS QUEJÁNDOTE DE ALGUIEN Y AL DÍA SIGUIENTE LE SONRÍES COMO SI NADA!

-¡Sabes que madurar se basa en aprender a superar las cosas que son estúpidas y no actual como una niña de seis años!- intenté mantener la calma, pero claro ella siempre conseguía hacer que hiciera lo contrario.

-¡HASTA LAS PERSONAS MÁS MADURAS DEL MUNDO MERECEN SENTIR CELOS DE VEZ EN CUANDO!- al escucharse me miró con los ojos bien abiertos.

Sonreí acercándome sin apartar los ojos de los suyos, apoyé mis brazos a sus costados haciéndole difícil escapar.

-Sabía que sentías celos de Margoth- lo dije muy cerca de su rostro.

-Ya no importa- Dice bajando la mirada.

-Para mí sí es importante- nos fuimos acercando lentamente, su respiración chocaba contra mi rostro.

Estaba a punto de alejarme cuando ella rodea mi cuello con sus brazos, acercándonos de nuevo. Su mirada era intensa y su respiración pesada, juro que podía escuchar su corazón latir de manera alocada, roce mis labios lenta y delicadamente contra los suyo. En mi cabeza pasaban mil cosas, mis ideas no se organizaban, levante mi mano hacia su rostro y acaricie su mejilla con el pulgar la electricidad que había entre nosotros venció a las ideas lógicas de mi cabeza haciendo que le diese un beso, el cual no tardó mucho en responder; comencé a besarla lentamente, sus labios eran suaves y cálidos, sentí como sus dedos se hundían en mi cabello acercándonos aún más, sintiendo como la tensión crecía entre cada movimiento, tuve que contener las ganas que tenía mi lengua de abrirse paso hacia su boca. Después de unos segundos en lo que me pareció estar en el cielo nos separamos, al verla estaba tratando de contener una sonrisa y sus mejillas tenían un tono rojizo. Sin pensarlo dos veces volví a darle un beso, sentí como sonreía contra mis labios antes de atrapar mi labio inferior entre sus dientes... nos separamos definitivamente al escuchar un auto estacionarse en la entrada, camine hacia la sala de estar y me senté en uno de los sofás un segundo antes de ver entrar a los Heaven y a mis hermanos.

-¡LUCAS!- grito George, uno de los hermanitos de Tory, saltando sobre mí con una sonrisa- ¡qué bueno que estas aquí, tuvimos un día increíble; fuimos a un parque de trampolines y saltamos todo el día, después comimos pizza y después fuimos a ver a los animales- estaba saltando como un loco en aquel sofá- ...y... y después vinimos a casa- dijo sentándose a mi lado, con su cara roja y el pelo alborotado- Lucas, la próxima vez ¿vendrás con nosotros?- sus ojos castaños brillaban.

-Intentare ir la próxima vez- dije asintiendo con una sonrisa.

-¡SIIIIIII!- volvió a dar saltos entre los sofás. Ese niño sin duda te lograba sacar una sonrisa.

-Hola- escuche la voz de Verónica en mi oído, se sienta a mi lado y entrelaza nuestros brazos

-Hola, ¿y eso que estabas con los Heaven?- digo viéndola con una ceja levantada.

-Tenía que hablar con alguien- dice fijando su mirada en Matías, otro hermano de Tory.

-¿Algo que quieras contarme?- dije sonriendo de medio lado.

En ese momento Tory se nos acerca para saludar a Vero, inconscientemente la seguí con la mirada todo ese instante hasta que se fue. Mi hermana lo noto.

-¿Hay algo que tú quieras contarme?- dice sonriendo y pellizcándome un costado.

En ese momento nuestro hermano y su esposa se nos unieron y el tema cambio, fuimos hablando durante horas hasta que el sol se puso.


EVERY ROAD LEADS TO YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora