-¿Crees que estamos listos para la carrera del jueves?-pregunto tratando de recuperar el aliento.
He pasado toda la mañana en la pista entrenando. Cuando pensé que pasaría un fin de semana en casa me llamaron y dijeron que teníamos una carrera la próxima semana, el lado bueno es que tengo la mente ocupada y el teléfono lejos de mí.
-No creo, estoy seguro-dice Maxi, mi compañero de equipo-¿Te va bien con la mudanza?
-Sí, hoy pensaba en desempacar varias de las cosas pero lo haré mañana-digo sin darle demasiada importancia-y ¿Tu con la remodelación?
-Bien...-se queda pensando un momento antes de continuar-...lo complicado será pasar de ser dos personas a ser tres.
Recuerdo el día en que su esposa le dio la noticia sobre su embarazo, lo hizo después de haber ganado una carrera en Londres.
-Ni me lo imagino.
Luego de ducharme y terminar el mantenimiento de la moto decidí llamar a Daniela.
-¿Estas en casa?
-Si ¿Qué pasa?
-Llego como en una hora... ¿Quieres cabalgar un rato?
-¡Claro!
Voy en la moto cuando suena mi teléfono, me detengo cerca de una plaza y contesto.
-¿Hola?
-¿Cómo estás?-suena la voz de Margoth al otro lado de la línea-¿Cuál era ese asunto de vida o muerte que te tubo ocupado toda la tarde?-al escuchar eso se me escapa una carcajada.
-Tuve que hacerle un favor a mi hermano-digo con bastante seriedad.- ¿Por qué la llamada?
-algunos amigo, incluidos Patrick y Asia vamos a una fiesta esta noche-dice con tono sutil pero sin quitar ese toque de picardía-por si te interesaba.
-Si voy-digo sin pensarlo demasiado-¿Te paso buscando?
-¡Por supuesto! ven a las nueve y media.
Cuelga el teléfono y yo sigo mi camino. En casa todo está en calma, esto es muy típico en mi casa, viven siete personas en ella y párese que no viviera nadie, camino hacia el patio trasero y voy a las caballerizas cuando entro me encuentro con Daniela que está preparando a su caballo para cabalgar.
-Te encanta estar aquí metida-digo dándole un abrazo-pero no te gusta limpiarlo
-Eso puedes hacerlo tu... ya ensille a tu caballo-dice montándose al suyo de un salto.
-De acuerdo-me monto en el mío y salimos corriendo de allí. Desde niños a mis hermanos y a mí nos encantan los caballos en especial a Daniela, por eso siempre es agradable hacer algo que nos guste a los dos.
Después de un rato cabalgando y hablando un poco hacemos una pequeña carrera devuelta a las caballerizas, ella va un par de metro delante de mi cuando un auto aparece y toca el claxon haciendo que el caballo de mi hermana se asuste y la haga caer, corro hasta ella y la ayudo a levantarse.
-Estas bien-digo algo nervioso.
-Algo, ah... mi mano-le sostengo la mano con cuidado, tiene un corte en la palma-no es tan grabe.-añade pero no le estoy prestando demasiada atención, en cambio veo el auto... ¡No puede ser, otra vez!
-Son los Heaven- digo bastante molesto.
El señor Heaven sale de la minivan junto a una de sus hijas.
-Lo lamento tanto-dice Jerry tratando de acercarse a Daniela, ella se aparta.
-Estoy bien-dice mirándolo a los ojos.
-Yo puedo curarte esa cortada-dice la joven de cabello castaño y ojos color turquesa-si me dejas.
-Está bien-dice Daniela y las dos desaparecen en la casa. Estoy mirando en su dirección cuando alguien me da un golpecito en el brazo.
-Hola malcriado-dice Tory sonriendo-¿Cómo vas con la chica de los mensajes?
-Hola asunto de vida o muerte-ambos sonreímos-bien de hecho hoy vamos a una fiesta con unos amigos ¿ustedes que hacen aquí?
-Dos de mis hermanas menores están de cumpleaños y Josh nos dijo que podíamos celebrarlo aquí.
-¡Hola!-grita Carry corriendo hacia nosotros, me da un gran abrazo y en vez de apartarla lo correspondo.
-Ahora quien es la loca-digo a carcajadas.
El día pasó volando. Nadamos, hablamos y montamos a caballo, al anochecer los Heaven se fueron y yo le dije a Verónica que fuese conmigo a la fiesta. Nos estamos alistando para salir.
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EVERY ROAD LEADS TO YOU
Teen FictionSuerte y destino, Lucas no creía en las dos o le costaba mucho hacerlo. Tal vez fue por eso que siempre se sintió bastante torpe al lado de Tory.