Son las 2:10.a.m. y no puedo dormir, así que estoy sentado en el porche, escuchando al océano mientras leo el único libro que encontré por casa Orgullo y Prejuicio. Estoy tan metido en la historia que no noto que alguien está sentado en el sillón que esta frente al mío hasta que tose un poco, alzo la mirada y veo los ojos oscuros de Tory.
-¿No deberías estar durmiendo?-pregunto, eso hace que muestre una pequeñita sonrisa.
-Tú también deberías hacerlo-me ve la cara y suelta una carcajada-se nota que te hace mucha falta dormir bien.
Me rio un poco y después de un instante la veo hay sentada con el mismo estilo de ropa que llevaba, no solo anoche si no también esta mañana, una camisa blanca y una falda hasta las rodillas; esta descalza y con el cabello despeinado pero así o arreglada nunca se le quita esa mirada inocente que muy pocas personas de su edad tienen.
-¿Qué lees?-pregunta, tal vez me le quede mirando demasiado y quiso que una conversación hiciera que yo me concentrara en otra cosa, que no fuera ella.
-Orgullo y Prejuicio de Jane Austen-pongo el marca paginas por donde me quede y cierro el libro-¿lo has leído?-pregunto por un lado por interés y por el otro para sacarle conversación.
-Sí, cuando tenía catorce años, fue una lectura obligatoria en clase de literatura-dice, mostrando una pequeña sonrisa al final de la frase. De pronto alza la mirada me ve y sonríe de medio lado-¿tú por qué lo estás leyendo?
-Corrección releyendo, ya lo había hecho en un viaje que hice con mi familia hace algunos años.-digo, aunque se nota que no quiere saber eso si no otra cosa, algo mucho más importante ¿qué...?
Ni siquiera me dejo terminar cuando abrió la boca para decir.
-Josh dijo que eras aburrido y algo odioso y...
-...Y ustedes lo creyeron-digo, no sé qué le pasa a esta chica, ayer en la noche era callada y tenía una presencia agradable y ahora está siendo algo insoportable.
-Cómo no, en las casi 30 hora que nos llevas conociendo has sido cortante y has querido dártelas de que eres mejor que los demás-se ve algo molesta y eso me causa mucha gracia.
-¿Por qué lo dices? ¿Por lo de tu hermano?-trata de hablar pero la interrumpo-yo no fui quien le dijo que no lo hiciera de hecho a mí me obligaron.-no dice nada solo se queda hay sentada viéndome a ver qué cosa diré.
-Te enojas con facilidad ¿lo sabias?-dice, normalmente en este tipo de situaciones yo soy el que está calmado pero, esta vez encontré a alguien que mantiene la calma igual o mejor que yo.
-¿Te resulto divertido?-digo, con bastante ironía para saber que ya tengo la respuesta a esa pregunta.
-Me resulta divertido ver cómo te sales de tus casillas solo por decirte que tienes un mal carácter.
-Por qué mejor no te vas a dormir, toda esta provocación de niña de 12 años me tiene harto ¿sabes?
-Para que lo sepas tengo 16 y algo más, estos reproches no se le ven bien a un hombre de ¿cuantos, 20 años?-dice con su tono tan calmado que cualquiera diría que tiene un poco de sueño, pero de pronto da un suspiro, se levanta baja las escaleras del porche, ya con los pies en la arena se voltea extendiendo la mano y dice-ven niño malcriado.
No digo nada solo me levanto de mi asiento y la sigo hasta que los dos estamos uno junto al otro sentados en la arena. Ella tiene las piernas extendidas y los brazos apoyados encima del último escalón, yo en cambio estoy con las piernas cruzadas y con las manos en la arena.
-Piensas mucho-dice dándome un golpecito con el codo.
-¿Por qué crees que estoy pensando en algo?-pregunto, con la mirada puesta todavía en la arena-puedo solo estar mirando un punto fijo en el suelo-mi comentario la hace reír y se gira hacia mí, cuando la veo siento que quiere jugar con mí paciencia.
-Como te gusta pensar, ¿por qué no hacemos un juego?-dice, mirando al oleaje que hace a esta hora de la madrugada.
-¿Y de qué se trata el juego?-digo mirándola de reojo.
-Consiste en que yo te pregunto algo y tú tienes que responder.
-Eso tiene un nombre-digo y se me escapa una pequeña carcajada al decir-interrogatorio-me mira con una cara un tanto obstinada-pero adelante pregunta lo que quieras.
-¿Lo qué sea?-pregunta con un tono muy interesado en lo que sea que yo responda.
-Sí.
-Ok, has viajado por casi todo el mundo ¿cierto?-no se me hace extraño que lo sepa, pero sí que esa sea su pregunta-así que has visitado muchos países y ciudades completamente solo y ahora estas en una casa en la playa con tu familia y una nueva parte de ella...
La interrumpo porque esta pregunta párese como las que te hace un terapeuta cuando tienes un conflicto emocional.
-Enserió me vas a sacar la típica conversación de psicología innecesaria-me quejo haciendo una mueca-es muy tarde para eso ¿no crees?
-Solo te iba a preguntar que te gusta más, viajar por todo el mundo pero estar solo o estar siempre en Houston con tu familia.-dice, extendiendo las manos a cada lado en forma de elección.
Para ser honesto no sé qué responder porque eh vivido las dos situaciones y ambas tienen cosas que me gustan pero también que me desagradan.
-Buena pregunta pero la respuesta siempre será una mierda-digo mirando al horizonte, deben ser como las cuatro de la mañana así que el sol tal vez no tarde tanto en aparecer-¿tú que escogerías?
Al terminar de preguntarle suelta una pequeña carcajada y pone los ojos en blanco.
-Recuerda, con una de las opciones puedes ver cómo vive el mundo más allá de las personas que te rodean y en la otra estas con tu familia pero solo sabes la cultura, costumbres e idioma de las personas que te rodea...Así que encojé con cuidado.
Nos quedamos mirando unos segundos hasta que ella suspira y desvía la mirada, sin duda la misma pregunta nos dejó sin palabras a ambos. Después de eso no hablamos más y nos quedamos hay mirando las olas y dejando que se escuche la brisa, hasta que miramos que en el horizonte está apareciendo una línea anaranjada que nos anuncia nuestra hora de levantarnos e irnos a descansar un poco.
Subimos las escaleras en silencio y cada uno entra en su respectiva habitación, cuando cierro la puerta trato de no hacer ruido para no despertar a nadie, llego a mi cama me acuesto y en menos de dos minutos me quedo profundamente dormido.
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EVERY ROAD LEADS TO YOU
Teen FictionSuerte y destino, Lucas no creía en las dos o le costaba mucho hacerlo. Tal vez fue por eso que siempre se sintió bastante torpe al lado de Tory.