NUEVAS ESPECIES-456 y 457

capitulo 39

liah

Me encogí levemente cuando roman me beso, no pude evitar recordar a como sabían los besos de mi Stone, mi katar. idénticos de una manera, pero tan diferentes, la rudeza, la suavidad, lo cálido que sabían , como me hacían sentir, aquel deseo demoledor que recorría mi cuerpo. , sintiendo lo incorrecto que esto era, lo incorrecto que se sentía, lo empuje y reprimí las ganas de abofetearlo.

-no, lo siento no puedo, no todavía yo...- agache la mirada, esperando que no se diese cuenta el asco que mostraba mi mirada. apreté los puños cuando me agarro del brazo violentamente.

-todavia piensas en esos bastardos, todavía piensas en esos animales , en esos malditos hijos de puta ¿no es verdad? Respóndeme carajo-

Furiosa me zafe de su agarre y di la vuelta alejándome, no sabia a donde iba solo tenia que salir de aquí. Cuando sentí que me tomaba nuevamente del brazo sisee

-no. Me. Toques- dije lentamente mirándolo

Su mirada cambio antes de soltarme y pasarse la mano por el cabello

- Me vuelves loco deliah, malditamente loco. El solo imaginar como esos animales te tomaron, en que sintieron tu piel, tus besos, en que estuvieron dentro de ti. Me esta volviendo loco joder. Tu eres mia deliah. mia, lo entiendes solo mia. – comento roman con una mirada desquiciada.

Abri los ojos sorprendida al verlo. Esta no era una mirada de un hombre racional, esta era la mirada de un enfermo, de un demente. Este hombre me ponía los pelos de punta, pero aun asi levante la mano apoyándola en su mejilla

- Dame tiempo roman, todo esto fue muy difícil para mi, toda mi vida viví enferma, luego fui secuestrada por esas cosas, tenia que fingir que los quería, aunque los despreciaba tenia que... no comprendes lo difícil que fue todo este tiempo, después quede embarazada, espera deje que te explique- susurre cuando iba a responder- a pesar de todo son mis hijos, detesto que mis hijos fueran de esos animales, pero no pude evitarlo, en cierta manera los detesto pero es difícil- me mordí la lengua ante las blasfemias que decía. Mis bebes lo mejor que me ha pasado- fui utilizada roman siempre, por mi madre, por mi padre, por esos animales, por mis supuestos amigos. Pero tu, tu eres diferente pero también me decepcionaste, me dejaste, yo me enamore de ese niño, tú ya no eres el mismo, siento que no te conozco, ya no se ni quien soy roman, tengo miedo.

Apreté los puños cuando me abrazo y me beso la mejilla.

- Lo siento, soy un idiota. Tu eres la única que me conoce, al verdadero yo. Te dare todo lo que soy todo lo que tengo todo esto es tuyo deliah, tuyo, pero escúchame bien mi amor seré todo lo que quieras, pero un tonto no, el día que me traiciones, el dia que me mientas. Te matare, no lo dudes- jadee cuando me tomo del cuello y puso un casto beso en mis labios- solo yo tengo derecho a ti, deliah. nunca lo olvides.

- Ahora déjame que te muestre este lugar,...lo siento lo olvide tengo muchas cosas que hacer, así que llamare a alguien que se encargue de esto.

Solo lo mire cuando levanto el teléfono y llamo a alguien llamada Anai

-señor, me llamo-

Me gire al oir la voz de una mujer, la rubia oxigenada. Rode los ojos mirándola, por algún motivo solo verla me dio nauseas. estaba ataviada como una típica Barbie, rubia, delgada como un palo, peinado perfecto, ojos azules que era mas frios que el polo norte, labios rojos, y traje azul, que consistía en una falda que parecía interior, y una blusa blanca que si desabrochaba otro botón se le verían las tetas.

Las esquinas de los labios de roman se levantaron al ver mi gesto, antes de volver a su seriedad.

- Anai, esta es mi mujer. Quiero que te encargues de darle lo que necesite, ropa, zapatos, accesorios, lo que necesite, luego la llevas a conocer el plantel, enviare a Lisandro para que las acompañe. ahora espera fuera.-