liah
era como si estuviese en una pesadilla como cuando tratas de gritar y no puedes, tratas de correr y tus piernas no se mueven asi me sentía yo, atrapada en una maldita pesadilla. quiero uir, correr, gritar.... pero no puedo. no puedo, no puedo, por que este es el infierno, no puedes uir, por que no ha salida.
Cerré los ojos cuando me beso, y me acostó en la cama, comenzó a desvestirse sin dejar de besarme, se alejó un poco y me sonrió cuando se desabrocho el pantalón, aparte la mirada, y luche por respirar, jadee sorprendida cuando me volteo y me obligo a arrodillarme, apreté las sabanas con fuerza, al sentir sus besos en mi espalda, cuando los tirantes del brasear cayeron, me trague un sollozo, al menos tenia un consuelo estando en esta posición, asi no podía verlo, y no podía ver como luchaba por mantenerme quieta, cuando me quito las bragas de un jalón no pude evitar soltar un pequeño grito.
-lo siento mi mascota, pero no puedo contenerme más, después te compensare, lo prometo.
Podía sentir el alcohol en su aliento, y supe que había tomado, esto era lo mejor, tal vez asi no se daba cuenta que hiciese lo que hiciese mi cuerpo no reaccionaria ante su toque ni sus besos.
Cuando lo sentí empujar dentro de mi, no lo aguante mas, me gire y trate de alejarme, rápidamente Román se pegó a mí y continuo empujando.
-para, Román detente, no puedo- un grito escapo de mi garganta cuando sentí un dolor atroz, ardía, dolía tanto., intento besarme, pero aleje el rostro y llore en silencio mientras continuaba, levante la mano y la pose sobre mis labios para evitar gritar.
Los destellos de cuando Stone katar y yo hacíamos el amor llego a mi mente, y fue aún más doloroso, solloce y cerré mas fuerte los ojos, ellos me odiarían, ahora ya no había la opción de volver a ellos, no podría, katar jamás me perdonaría, y por una vez me sentí feliz de saber k Stone jamás se enteraría de esto, el nunca sabría cuan profundo lo traicione, yo solo quería ser de ellos, de nadie más, no quería conocer el sabor de otros labios, la sensación de que otro cuerpo me poseyera. Pero ya era demasiado tarde.
Me sentí aliviada cuando Román termino y se echó a mi lado, sin poder soportar un segundo más fui a la ducha.
Sentí una lagrima seguida por otra resbalar en mi mejilla mientras lavaba la suciedad de mi cuerpo, refregué y refregué mi piel hasta que me ardió pero aun asi podía sentir sus manos sobre mi cuerpo, podía sentirlo, no, no.... jabone con más fuerza tratando de limpiarme, necesitaba sacar su olor, sus besos, sus toques. Me mordi los labios violentamente tragándome el sollozo. Me senté en el piso mientras el agua siguió fluyendo en mi piel, apoye mi cabeza en la pared y abrace mis rodillas, no supe cuando tiempo estuve ahí, pero finalmente me puse en pie secándome las lágrimas que no dejaban de salir, basta deliah, ya es suficiente. Me reprendí a mi misma. Esto no es el fin del mundo, solo sigue adelante.
Me envolví en la toalla y me fui a cambiar, suspire cansada cuando vi el reloj en la pared, 3 de la mañana, cuando me senté el lado de roman me di cuenta de algo, había un cuchillo en mi mesita, junto a la comida que supuse era para mi, la cual ni toque. Lo tome mirando que no parecía tan afilado pero era suficiente, me monte en la cintura de roman y coloque el cuchillo en su cuello, seria fácil acabar con todo en este momento, hundir el cuchillo, cortando la arteria principal, moriría en segundos, no tendría el tiempo suficiente para pedir ayuda, podría.......
Sacudiendo la cabeza me eche a su lado, escondí el cuchillo bajo la cama, no supe en que momento me dormí, desde el momento en que cerré los ojos mis sueños estaban plagados de pesadillas, muerte, sangre, gritos, llantos. Me desperté al sentirme enjaulada, reaccione por instinto, bote mi codo hacia atrás, haciendo contacto con el estómago de..... umpft, tosí cuando fui rápidamente sometida, la mano en mi cuello me estaba ahogándo, me revolví viendo a roman furioso encima de mi, me miro y al instante su mirada se despejo.
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NUEVAS ESPECIES-456 y 457
FanfictionSiempre supe que moriría joven...pero mi vida cambio el día en el que mi padre se negó a perderme... Desde niña me di cuenta que era muy distinta a los demás, yo no pude ir al colegio, ni jugar, ni tener amigos como ellas; viví quince años de mi vid...