LOST YEARS (a TEEN WOLF story)

03: Recuerda

Como todos los días, Stiles trotaba en la mañana, se bañaba, tomaba desayuno con su hija y aparte de dejarla en el colegio, debía ir a las oficinas para, si no había misiones entrenar y hacer papeleo algo que no le gustaba para nada al castaño. Por suerte no había ese día demasiado papeleo, así que se dedicó a entrenar y entrenar. Algo que practicaba últimamente con Sweetpea, eran las artes marciales mixtas y sí que se habían vuelto buenos. Generalmente cuando el personal pasaba por el gimnasio y les veían pelear se juntaban para ver quien ganaba. Aparte que el personal se entretenía, las chicas suspiraban por aquellos galanes, aunque más por Stiles. Sweetpea hace poco había pasado a las ligas de los comprometidos, o más bien en pareja. Pero era innegable que las chicas del FBI estaban admiradas por el físico de aquellos agentes, pasando por alto el sudor y el mal olor después de horas de lucha y entrenamiento.

Pero algo los interrumpió. Justo cuando Stiles estaba por derrotar a su compañero y amigo, sus relojes les avisaron la alarma de que había una misión. Ambos se levantaron y tomaron sus poleras, para irse. La multitud comenzó a abuchear por querer ver el desenlace de la pelea. Ante eso, Stiles solo levanto los hombros, mientras que Sweetpea aprovecho el momento de descuido e hizo cae a Stiles con un movimiento y saltando el pelinegro se iba saltando y gritando "¡Gane!".

"¡Me la pagaras!" le iba gritando mientras perseguía a su compañero en dirección al estacionamiento para ir a la oficina de Asuntos Sobrenaturales del FBI.

Cuando llegaron, los demás ya estaban allí, escuchando lo que el Agente McCall les tenía que decir, pero dejaron de hacerlo por la interrupción de aquellos chicos que llegaban como siempre, llamando la atención.
Lo que ocurría era que habían logrado captar a una manada de hombres lobo, por satélite. Alrededor de donde se les habían visto, se habían reportado extrañas muertes como si una bestia les hubiera atacado, entre ellas cuerpos cercenados y rasgados. La orden era capturarlos vivos o muertos, aunque la preferencia del agente era que fueran capturados vivos.

Partirían a las 1400 a Rumania en donde se les diviso a aquellos seres sobrenaturales, por lo que todos se fueron a sus hogares a preparar sus cosas para el viaje. A Claudia no le gusto para nada la idea de que su papá se fuera nuevamente de viaje, pero su padre le prometió que le traería dulces y una muñeca de allá y que trataría de que fuera por poco tiempo. No le gustaban los pucheros de su querida hija, pero no le quedaba otra. Esa era su pasión y trabajo y debía hacerlo. Con un tierno beso en la frente y dejándole al cuidado de Sam, se fue para cumplir su misión.

🌙

La vida de Lidia no había cambiado mucho, su rutina era la misma siempre hasta aquella noche en la que como siempre iba por su helado de Fresa, sintió un vahído de esos que hace mucho no sentía. Tuvo que afirmarse en el muro de aquellos inmensos edificios para no caer de golpe. Un extraño presentimiento la invadió y miro hacia todos lados como si buscara a alguien que la estuviera vigilando. Pero no hay nadie. Bueno no es que no haya nadie hay muchos pasando por allí, pero nadie que le resultara obviamente sospechoso. Aquel presentimiento la asusto porque se sintió como aquellos años en Beacon Hills, cuando las premoniciones de muerte eran pan de cada día.
En vez de ir a comprar su helado se fue directamente a su departamento que se encontraba en una zona exclusiva de la ciudad, para darse una ducha fría que la relajaría por que aquella sensación le produjo el estrés de un año.

Al salir del baño y comenzar a secarse, una fría brisa hace que se estremezca. Se gira para ver que el ventanal del dormitorio estaba abierto. Se coloca la toalla para cubrirse y va a cerrarla para no tomar un resfrió y de paso cierra las cortinas. Siempre lo hacía ya que había escuchado que los pervertidos que nadan por ahí usan drones para grabar a las chicas desnudas mientras se visten o hacen cosas con sus novios. Cosas de tipos asquerosos.