→˚₊· 𝑩𝒖𝒍𝒍𝒚𝒊𝒏𝒈 🧣 ੭*

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—Pero no te vez mal— habló Reaper con una calida sonrisa, ya ambos chicos se habían duchado y cambiado de ropas, aunque el albino no se encontraba contento con lo que llevaba puesto.

—¡No es verdad!— exclamó el albino mirándose en el espejo —¿Qué talla de ropas eres? ¿gigante?

—Eres un exagerado Geno, sólo te di una sudadera que me queda igualmente grande a mi, supuse que se vería bien en ti y al parecer no me equivoque— guiño un ojo y sonrió coqueto.

El albino salió del cuarto del mayor con un sonrojo tan fuerte que se podía confundir con su bufanda, si la llevará puesta, el mayor soltó un carcajada y salió del cuarto tras el menor, este estaba sentado en el sofá mirando a la nada, tratando de calmarse para que se le baje el sonrojo —Eres un idiota— escucho el mayor cuando el albino murmuró.

—Nunca logramos comer la pizza— se sentó junto al albino mirando al piso —lamento hacer que salieras de casa sólo a mojarte por la lluvia.

—Eso no importa— su mirada seguía perdida —Fue divertido— añadió con una ligera sonrisa haciendo que el mayor levantara su vista y lo mirara incrédulo.

—Estas bromeando ¿no?

—¿Por qué debería? ¿No  me crees?— lo miro igualmente.

—¡No! ¡Nunca dije que no te creía! Sólo... No puedo creer que te hayas divertido corriendo por la lluvia— dijo confundido.

El menor se encogió de hombros y se acomodó en el sofá, tenía sueño, aprovecharía que su ropa aún se estaba lavando y se tomaría una siesta.

—¿Te vas a dormir en el sofá?

—No, me voy a dormir en la mesa— respondió sarcástico con los ojos cerrados.

—Puedes dormir en mi cama— añadió.

—No grac-

—Insisto— interrumpió antes de que el albino se negara del todo.

El albino le ignoro y siguió tratando de dormir pacíficamente en el sofá, no era un mal lugar para dormir,  la verdad aquel sillón era  lo bastante cómodo como para olvidarte de que tienes una cómoda cama y puedes  dormir en ella, el de ropas oscuras bufo y se levantó del sofá mirando al albino, se inclinó un poco y lo cargo en sus brazos.

—¡Reaper bajame!— exclamó el albino con el sonroje devuelta en sus pómulos  tratando de bajarse de los brazos del mayor.

—¡Y dejar que duermas en el sofá? Ni hablar, Me niego— subió las escaleras rápidamente y se dirigió a su habitación, dejo al albino en su cama, camino hacia la puerta y se detuvo en esta antes de salir —Descansa— cerró la puerta dejando al albino con un fuerte sonrojo dentro de su pieza.