→˚₊· 𝑩𝒖𝒍𝒍𝒚𝒊𝒏𝒈 🧣 ੭*

◇75◇

La puerta del azabache fue golpeada tres veces, no respondió pero la persona que estaba fuera volvió a tocar esperando a que el mayor le diera respuesta para pasar. Al cabo de unos minutos la puerta no volvió a sonar, el azabache no le tomó importancia y siguió acostado.

—Error... ¿puedo pasar?— escuchó la voz del de mechas. No le respondió —Por favor, déjame pasar o entraré sin tu permiso—  volvió a hablar, el mayor noto en su tono un poco de molestia, rodó los ojos y se levantó de la cama hacia la puerta. Tomó la perilla de esta y abrió la puerta.

—¿Qué quieres?— habló con desinterés.

—Hablar— fue lo único que dijo mientras ingresaba a la habitación, el azabache cerró la puerta con el entrecejo fruncido, volteó a ver al menor y vio que este se encontraba observando una de sus miles de marionetas —Es linda— dijo con una pequeña sonrisa, el azabache se sonrojó al ver la marioneta que agarraba, camino rápido hasta su lado y se la arrebató de sus manos.

—No es verdad— dijo llevándola a su espalda —Todavía no la terminó— murmuró con la mirada en el piso.

—Pues a mi me gustan— dijo observando las demás que se encontraban en el estante —¿Cómo-

—Aprendí solo— dijo dejando a la marioneta junto a las demás —Lo hago cuando estoy aburrido, es una manera de distraerme. Pero todas son horrendas— volvió a decir desinteresado.

—Yo creo que son lindas— agarro la misma marioneta que tenia hace unos segundos —Este soy yo... ¿verdad?— dijo con una sonrisa mirando al mayor.

—Si...— dijo con un ligero sonrojo mientras desviaba su mirada del de mechas.

—Me gusta— dejó la marioneta en su lugar.

—Te la puedes quedar— murmuró con la mirada baja y aún con el sonrojo —Puedo... terminarla y te la quedas— dijo y agarro la marioneta, busco unos cuantos artefactos que necesitaba para terminarla y se sentó en su escrito, se colocó unos lentes y comenzó a cocer.

—Error...— le llamó el menor —¿Este eres tú?— apunto a una marioneta que se encontraba tirada junto a la basura, llevaba una expresión seria. Error se dio vuelta en la silla para observarla.

—Si, pero no me gusto— dijo y volvió a cocer, el menor observó a la marioneta detenidamente, la agarro y limpio un poco.

—¿Me la puedo quedar?— dijo haciendo que el mayor dejara de cocer —Yo creo que es linda y se parece a ti— un pequeño sonrojo apareció en los pómulos del menor —Quédate con esa— apuntó a la que se supone era el —Y yo con esta— llevó la pequeña muñeca de tela a su pecho.

—Ink no está terminada y no es linda— trató de quitársela pero el menor se lo impidió.

—Yo pienso que es linda, y lo es, es igual de linda que tú y eso basta para que me guste— dijo y se tapo la boca al escuchar sus propias palabras —Es decir, que es linda porque tú la hiciste y-

—¿Crees que soy lindo?— preguntó con una sonrisa burlona.

—Yo... si... no sé, tal vez— murmuró con un sonrojo demasiado fuerte. El azabache se levantó de la silla y camino hasta donde el menor.

—Yo también pienso que eres lindo Inky— dijo llevando una de sus manos a la mejilla del menor —Es más para mi eres hermoso— dijo haciendo que el sonrojo del menor aumentara —Si quieres quedártela hazlo, pero tengo que terminarla— dijo dejando un pequeño beso en la cabeza del menor y agarro la muñeca para terminarla.