→˚₊· 𝑩𝒖𝒍𝒍𝒚𝒊𝒏𝒈 🧣 ੭*

◇90◇

El mayor al sentir la respiración del albino más calmada optó por separase un poco ya que la fuerza del menor había disminuido. Si, se había quedado dormido, el de ropas oscuras suspiro y trato de acomodar al menor en su cama, al dejarlo de una manera cómoda salió de la habitación, encontrándose con el azabache recostado en la pared frente a esta.

—¿Y...?— dejó la pregunta al aire esperando que el de ropas oscuras entendiera a que se refería.

—Se durmió— murmuró cerrando con cuidado la puerta —¿Qué horas son?

—Creó que...— miro su muñeca —Once y cincuenta y cinco— murmuró.

—Hmmn... pensé que sería más tarde— murmuró con una pequeña sonrisa —¿Y tú? ¿Qué venias a hacer?— preguntó comenzando a caminar hacia las escaleras.

—Venía por ti— habló encogiéndose de hombros.

—Que lindo de tu parte Errorcito, pero no eres mi tipo— dijo con un ligero tono de burla.

—Y tú mucho menos el mío— exclamó con el entrecejo fruncido —Ink me había pedido que te levantara, que luego estarías incómodo en el piso.

—Ah... por unos segundo me había sentido importante para ti— el azabache lo miro con molestia —Ya, ¿Y los demás?— se detuvo en la escalera mientras guardaba sus manos en los bolsillos.

—Cross e Ink se fueron, Fresh esta en la sala y luego estamos tú y yo— miro al de ropas oscuras con un rostro de pocos amigos —Hablando en las escaleras— musitó para seguido bajar por estas seguido del mayor.

—Hola— saludó Reaper a Fresh.

—Hi bro— le regresó el saludo el de lentes, observó al azabache y vio que este negó con la cabeza sabiendo la pregunta que este haría —¿Te vas a quedar?— preguntó ignorando la antes negación del azabache.

—No, yo... creo que será mejor ir a mi casa—dijo un poco pensativo.

—Si cambias de opinión— habló el de lentes —Puedes quedarte en la habitación de invitados— dijo levantándose de la silla y caminando hacia su habitación —Buenas noches Bros— se despidió antes de desaparecer por el pasillo.

—Vamos abominación— exclamó el azabache —Quiero dormir así que decídete si te vas o te quedas— le exigió caminado hacia la puerta —Mira se que te quedarás, así que— le colocó llave a la puerta y camino nuevamente a las escaleras —Sabes donde está la habitación, Buenas noches.

—Eh... buenas noches— musitó y subió también las escaleras.