→˚₊· 𝑩𝒖𝒍𝒍𝒚𝒊𝒏𝒈 🧣 ੭*

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Los cuatro se encontraban en un incómodo silencio en la mesa, el Albino observaba de reojo al azabache en busca de que no asesinara a su hermano más que con la mirada, mientras que el de lentes observaba con una sonrisa un poco forzada por la tensión del ambiente.

—Esta bien eh— habló el de mechas coloridas —Fresh... ¿Para que me habías llamado?— preguntó mirando al de lentes.

—Era para que nos ayudaras a cocinar.

—Gran elección la tuya— dijo sarcástico el de mechas —Sabes que no cocino Fresh.

—Aún así, serías de ayuda.

—¿Para incendiar la casa?— dijo esta vez el albino, el de mechas asintió mientras observaba al de lentes.

—¡Error no me quería ayudar!— habló desesperado —Eras mi única otra ayuda— murmuró lo último mientras volvía a sonreír con naturalidad.

—Eres un idiota— Esta vez habló el azabache con indiferencia. Antes de que el de lentes le respondiera el timbre de la casó sonó, llamando la atención de todos los ahí presente, el de bufanda marrón se levantó de su asiento, ya que era el más cercano a la puerta, y abrió esta, al otro lado se encontraba un chico de unos veinte años cargando consigo una caja de pizza, al notar al menor le sonrió con picardía y le entregó la pizza.

—Esto es tuyo dulzura— dijo guiñándole el ojo y con un tono un poco comprometedor.

—Eh...— fue lo único que alcanzó a decir antes de sentir que alguien lo tomaba de la cintura y lo llevaba dentro de la casa.

—Y esto tuyo idiota— dijo con un tono molesto dejando el dinero en sus manos y cerrando la puerta con fuerza, agarro la caja que aún sostenía el menor y la dejó en la mesa —No tengo hambre— hablo con molestia y subió las escaleras hacia su habitación y seguido se escuchó cómo cerraba la puerta con fuerza.

—¿Por qué estará molesto?— preguntó el fiestero, el albino solamente lo miro con el entrecejo fruncido —¿Qué?— preguntó con inocencia.