→˚₊· 𝑩𝒖𝒍𝒍𝒚𝒊𝒏𝒈 🧣 ੭*

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Después de unas horas, ambos ya estaban en sus casas, el albino se tuvo que ir por una llamada de Error. Al llegar a su casa notó cómo Fresh y Error estaban sentados cada uno en una esquina diferente, esto le causó un poco de gracia pero a la vez confusión. ¿Lo habían hecho por voluntad propia o alguien más les había dicho?

—¿Cómo puedes con ellos?— escuchó la voz de Ink a un lado de él —Son como dos niños de preescolar— se quejó mirándolos a ambos.

—Mira siéntete orgulloso de ti, has domado a las bestias y logrado que se separaran y para mejor las cosas los has colocado a ambos en una esquina diferente— habló con una sonrisa —Mis respetos— el menor soltó una risa contagiando al albino.

—Si eh... no es gracioso— se quejó el azabache mirando como ambos se reían.

—Apoyó a Windows— dijo el de cabellos morados aún observando la pared.

—Hey abominación— llamó al de lentes —Ya puedes dejar de mirar a la pared.

—Si lo se, pero elijo quedarme viendo esto que a ellos dos burlándose de nosotros— dijo cruzándose de brazos, el azabache rodó los ojos y se levantó de la silla de donde estaba para caminar hasta donde ambos chicos.

—¿Ya podemos ir ha hacer la tarea?— preguntó observando al de mechas con el entrecejo fruncido.

—Ah si— dijo y el azabache se dio la vuelta para caminar hacia las escaleras, se despidió de Geno y le siguió el paso al mayor.

El albino observo que Fresh aún miraba hacia la pared haciendo que se riera entre dientes, camino hasta donde él y le tocó el hombro.

—Ya nadie se está riendo— dijo

—Lo sé.

—¿Y por qué todavía estás ahí sentado?— preguntó con un tono divertido.

—Sinceramente no lo sé— musitó volteándose a ver al mayor.

—Esta bien. Voy a hacer tareas— dijo y subió las escaleras dejando al de cabellos morados solo.

—Bien iré a dormir— sonrió y se levantó de la silla para subir hacia su habitación.

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—¿Y entonces?— preguntó caminando junto a la castaña.

—Ellos vendrán, y cuando eso pase actuaras ¿ok?— dijo deteniéndose al ver el semáforo peatonal en rojo —Pero nos dividiremos, ya sabes, yo estaré en un lugar y tú otro— explico mirando al frente.

—¿Y... respecto a lo qué pasó?— preguntó mirándole de reojo.

—Ya lo olvidará, creo, ¿le diste su merecido?— comenzó a caminar después de ver el semáforo en verde.

—Si, ordene que le hicieran lo mismo que él le hizo, y que después lo mataran, tal vez me excedí— murmuró lo último al pensar en su acto.

—Esta bien, todavía sientes algo por él, y te enojo lo que le hicieron, reaccionaste bien— dijo con una pequeña sonrisa.

—Si claro, como tú digas— respondió con indiferencia.

—Ya es tarde, mañana hablamos mejor, a las seis en el mismo lugar, no llegues tarde esta vez— dijo lo último con un tono un poco amenazador para luego irse por un callejón dejando solo al chico.

—¿Sentir algo por el todavía? Creo que está más loca de lo que pensé— murmuró guardando sus manos en los bolsillos y comenzando a caminar de regreso a su casa.