→˚₊· 𝑩𝒖𝒍𝒍𝒚𝒊𝒏𝒈 🧣 ੭*

◇57◇

Ya eran pasadas de las 19:57 las ropas de ambos ya se encontraban secas, Geno seguía durmiendo en la cama del mayor, este estaba acostado en el sofá, tenía los ojos cerrados pero no estaba dormido, Papyrus había llegado no hace mucho, este estaba preparando algo de comer, sus padres le llamaron avisando que tuvieron que realizar un viaje rápido por negocios, No le importaba  de que trabajarán sus padres, pero nunca pasaba tiempo con el y Papyrus, desde que tiene memoria en esa casa sólo han estado el y su hermano, si sus padres se aparecían en aquella puerta se tenían que retirar de inmediato. El sonido de algo cayendo hizo que se levantará del sofá y buscará con la mirada que o quien fue el responsable de aquel sonido, en su rostro se dibujo una sonrisa al ver al albino levantando un pequeño adorno que se encontraba en la mesa.

—Hola lindura— llamo la atención del albino cuando este dejo de lado el adorno.

—Eso no era importante ¿verdad?— camino hasta el sofá en donde se encontraba el mayor.

—No. Un simple cacharro que mis padres trajeron de uno de sus viajes de negocios— notó que el cuerpo del albino se tenso al saber que eran de sus padres —Pero no importa— añadió —Mamá lo odia— mintió para tratar de calmar al menor.

—Genial...— soltó un suspiro y se sentó junto al de ropas oscuras —Lo lamento.

—No importa, ellos ni cuenta se darán, dudo que recuerden siquiera como llegar a este lugar— habló de manera seca, no odiaba a sus padres, simplemente le molestaba que su trabajo estuvieran ante que ellos —Eh... la ropa ya está seca— cambio de tema dejando al albino con la boca abierta —¿Te quieres cambiar? Te vez demasiado lindo con mi ropa— sonrió —Si quieres te la regalo— guiño el ojo y el albino rodo los ojos con una sonrisa.

—No... creo que ya me tengo que ir— dijo mientras observaba el reloj que estaba en la pared —Ya es tarde.

—Quedate un poco más, Paps te está preparando algo de comer también a ti— sonrió de lado observando la puerta de la cocina para luego regresar su vista al menor —Claro si quieres.

—¿Demora?— miró al mayor.

—Lo dudo.

—... déjame avisarle a Error que estoy contigo— subió las escaleras dejando al mayor sólo.

—Esta bien— murmuró con una sonrisa.