—Adelante —me empuja alguien, acercándome a la verja—. Ellos te harán cambiar.
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Mia, ese es el nombre que me dieron en el Observatorio, a propósito. Con ese nombre quisieron demostrar que soy de ellos, y de nadie más. Que debo acatar sus órdenes y hacer el trabajo sucio. Supongo que ésa es la interpretación posible que se le puede dar a mi nombre.
He sido enviada a los "Dragones de Fuego" de Corea «para que vigile un poco su avance y progreso y los ayude a mejorar y evolucionar tanto en sus tácticas como en sus técnicas». Esas fueron las palabras exactas que dijeron al enviarme aquí.
«En cuanto consideremos que has terminado con tu trabajo, tú...»
Tengo la misión de incorporarme al equipo, o al menos conseguir su amistad y confianza para ayudarles en todo lo que pueda. Supongo que se puede decir que es una especie de castigo por haberme revelado contra el Observatorio y haber utilizado todo lo que he aprendido allí contra ellos. Digamos que, tienen miedo de que nosotros, los que estamos por debajo de ellos, nos alcemos contra ellos. No es de extrañar. No tienen nada sin nosotros.
No, no estoy enviada para ser una gerente, ellos decidieron por mí. Digamos... que se puede suponer que soy más de acción. Pero, naturalmente, ellos también decidieron eso. Aun así, prefiero que comprueben los chicos por su cuenta todas mis habilidades y que juzguen ellos mismos si quieren tenerme en el equipo.
Mi descripción es sencilla, tengo el pelo y los ojos de color azul marino. Creo que tengo 16 años, pero nunca lo he sabido con certeza. No me dieron fecha de nacimiento cuando empecé a hacer uso de la razón, pero, supongo que no es algo decisivo en mi vida.
En realidad no me gusta mucho jugar al fútbol porque hay mucho contacto físico, pero da igual, mi estilo de juego es diferente, es como un baile. Obviamente, ellos también decidieron eso.
1er día:
—Auch, mierda, qué daño —exclamo por el dolor que siento tras haberme caído de un árbol—. Ya recuerdo por qué estoy aquí, por culpa de esos viejos gordos, vagos y amariconados con pelucas del Observatorio.
La verdad es que sí me he hecho daño después de caer del árbol. He aparecido ahí, y de repente, he caído. Siempre es así. En todos los cambios que he de hacer.
Al menos me consuela la idea de que creo que estoy en el instituto de los "Dragones de fuego". Supongo que lo primero que debería hacer es ir a hablar con el director para terminar con los trámites de mi matriculación. Luego ya tendré tiempo de comenzar con el fútbol.
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Después de hablar con el director y aclarar todos los asuntos de mi matriculación, salgo de su despacho.
—Uf... —suspiro mientras me apoyo en la pared abanicándome con los papeles de mi matrícula—. Nunca habría dicho que esto fuese a tardar tanto. Bueno, ahora debería buscar el club de fútbol.
—He oído que decías que buscas el club de fútbol, creo que yo te puedo llevar —oigo que alguien me dice. Es una voz suave, de chico.
Me giro para ver quién me ha hablado, y al momento lo reconozco por su cabello tan claro. Según todos los datos que he recopilado, es Bryce Withingale.
—La verdad es que me ayudarías mucho. Estoy buscando al capitán o al encargado del club —respondo mientras le sonrío.
—¿Sí? ¿Qué necesitas? —me pregunta acercándose—. Las chicas no suelen preguntar por el club de fútbol.
El chico comienza a andar, y le sigo.
—No soy como todas las chicas, supongo —respondo encogiéndome de hombros.
Nos presentamos y me confirma que se llama Bryce. Parece que me va a llevar al club de fútbol.
—Sé que vuestro equipo es masculino y que los torneos también son masculinos, pero creo que yo os podría ser de ayuda, al menos en los entrenamientos —aclaro antes de que piense algo raro.
—¿Te refieres a que quieres ser gerente? —no ha servido de mucho mi aclaración. Ha pensado que quiero ser gerente.
—No, qué va —le sonrío jovialmente—. Vengo con otra idea, la verdad.
—Vaya, qué sorpresa, parece como que quieras unirte a nuestro equipo —exclama Bryce sorprendido.
—¿Cómo? ¿Esa chavala tan escuálida quiere unirse? —añade otra voz áspera y desagradable.
Me doy la vuelta para ver quién es el chico tan desagradable que ha dicho eso y me topo con una mata de pelo rojizo. Según lo que me han dicho, es Claude Beacons. Su juego es aéreo en gran parte, al igual que el mío. Podríamos habernos llevado bien, pero me parece que ya no es posible.
(Nota de autora: Todos los términos raros como Observatorio, cambios... puedes saber lo que son si llegas a leer la segunda temporada de este fanfic, donde aclaro poco a poco unos conceptos).
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Bueno, y hasta aquí la primera entrega de la historia. Es mi primer fanfic que escribo, y espero que haya sido de vuestro agrado.
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Inazuma Eleven - Amor inesperado
FanfictionMia es enviada por el Observatorio a los "Dragones de Fuego" de Corea. Aparentemente, con la misión de ayudar al equipo durante el TFI. Sin ninguna regla, sin ninguna prohibición... más que enamorarse. Sin darse cuenta, Mia caerá en la trampa del am...