Cuatro años después...
Viernes. 5:30pm.
Solté un suspiro cansado, antes de levantarme y empezar a guardar mis cosas en mi mochila.
- Espero que disfruten sus vacaciones, chicos. Nos veremos en el próximo semestre. - habló el profesor con alegría y una grande sonrisa, pero nadie le prestó atención, estaban más concentrados en salir lo más rápido posible de ahí.
Llegó navidad y con esto final del semestre, al fin un descanso decente antes de comenzar mi último año de universidad. Estoy tan feliz, claro que ahora no se me nota la felicidad, si no el cansancio.
Estoy en una buena universidad a poco de graduarme de una carrera que de verdad me apasiona, no puedo estar más feliz, pero aún me falta algo; vivir sola.
Necesito salir del nido y volar como pajarito, pero mi mamá quiere que me vuelva vieja viviendo en su casa.
Apenas crucé la salida de mi edificio el frío se apoderó de mi cuerpo, metí las manos en los bolsillos de mi abrigo buscando calentarlas un poco, cosa que fue en vano, el frío de diciembre era insoportable.
Me dediqué a observar por un momento como mis compañeros de clases salían del edificio con sus grupos de amigos, algunos solos con cafés o libros en sus manos.
Tenía la esperanza de encontrarme con algunos de los chicos para no regresar sola, pero no, Lisa todavía no ha terminado su jornada y Yugyeom salió de vacaciones ayer. Sólo era yo.
Como la universidad queda relativamente cerca de mi casa, me fui caminando. Lo único que deseaba era llegar para comer y dormir por horas.
Las calles se encontraban frías y llenas de personas, como es habitualmente a esta hora de la tarde.
Ya solo me faltaban unas cinco casas para llegar a la mía, no veía el momento de llegar y descansar. Detuve un momento mi andar al escuchar mi teléfono sonar, recibiendo una llamada.
- ¿Hola?. - hable apenas descolgue la llamada.
La voz me salió más ronca de lo normal, no, no es gripa. Cuando llegó la pubertad hizo muchos cambios en mi, por ejemplo la voz, hizo que cambiara de "chillona" a alguien que pareciera que tuviera tres semanas de gripa consecutiva.
- ¡T/N!. - soltó con alegría la voz inconfundible de mi amigo.
- ¡Hoseok!. - solté con la misma alegría que él usa todo el tiempo.
- Mi ronca favorita. ¿Donde estas?. Acabo de salir de la Universidad. ¿Tienes algún plan?.
A Hoseok lo conocí hace dos años, cuando mi mama se hizo mejor amiga de la suya, cuando nos conocimos nos hicimos amigos al instante. Pero gracias a la universidad no nos vemos tan seguido, solo cuando tenemos tiempo libre.
- Dormir por dos días seguidos. - respondí bajando la mirada hacia mis zapatos.
- Tienes todas unas vacaciones para dormir. Tu y yo, en McDonald's, piénsalo, rubia...-
Dejé de prestarle atención a lo que me decía al momento de escuchar el típico sonido de las ruedas de un skate, aparentemente aproximándose hacia mi.
- ¡CUIDADO!. - gritó la voz aguda de un chico.
Levanté rápidamente la mirada, lo suficientemente tarde como para hacerme a un lado. Lo único que sentí fue el golpe de una persona chocar contra mi a toda velocidad.
Sentí un deja vu en ese mismo momento.
Me desplome al piso con el peso de otra persona encima, mi cabeza impacto contra el piso y la suya contra mi nariz.
Y es por eso niñas y niños que se debe caminar por la acera.
Apreté los ojos con fuerza sintiendo el líquido tibio bajar por mi nariz hasta mis labios.
Maldita sea.
Botando humo de las orejas de la rabia aparté bruscamente a la persona que seguía aplastandome hacia un lado, dejándome respirar adecuadamente.
Abrí lentamente los ojos, viendo el cielo borroso, parpadeé varias veces hasta que mi vista enfocó completamente.
Un castaño apareció en mi campo de visión, con los ojos abiertos exageradamente viéndome con terror.
- ¿Estás bien?.
De maravilla, ¿no me ves?.
Este mismo me ayudó a incorporarme, y a ponerme de pie, me llevó hasta la acera y me sentó ahí. Llevé mi mano toda sucia a mi nariz; sangre, y más sangre.
El chico me hizo levantar la cabeza mientras que con su abrigo limpiaba mi sangre. Dolía como un infierno.
- ¿Viste lo que ocasionas por no mirar al frente, Yoongi?.
¿Yoongi?.
¡Pum!. Nada mas con escuchar ese nombre, hizo que un millón de recuerdos sobre el rubio que pasaba al frente de mi casa, vinieran a mi mente en cuestión de segundos.
Hice mi cabeza hacia un lado para ver detrás del chico que me estaba atendiendo, los chicos ayudaban al rubio que chocó conmigo a ponerse de pie.
Hay muchas posibilidades de que sea otra persona.
- ¡T/N!. - giré de inmediato al escuchar mi nombre, encontrándome con Yugyeom corriendo hacia nosotros. - ¡Apártate, apártate!. - empujó al pobre chico que lo único que estaba haciendo era ayudarme, para ponerse en su lugar.
Sacó un pañuelo azul de su bolsillo y lo puso en mi nariz, pasó mi brazo por su hombro como si estuviera invalida y me ayudó a ponerme de pie.
Levanté la mirada conectándola con la de él, me miró de la misma manera que hace años, respiración agitada y mirada llena de preocupación, dió un paso hacia mi pero esta vez uno de sus amigos lo detuvo.
La historia se repite.
Yugyeom me dio la vuelta y me obligó a caminar en dirección a mi casa, mientras yo sostenía con fuerza el pañuelo contra mi nariz, la hemorragia no paraba.
- ¡Hey, tu teléfono!.
Nos volteamos para ver como el rubio se aproximaba hacia nosotros con mi teléfono en su mano. Yugyeom se lo arrebató de mala manera, para volver a caminar hacia la dirección contraria a ellos.
- ¡Lo siento mucho!. - lo escuché decir a lo lejos.
- Idiota - escupió Yugyeom con enojo.
Yo seguía sin asimilar la situación.
Él había regresado, el chico del que estuve enamorada por años y me obligué a olvidar a la fuerza para no seguir sufriendo.
Era él.
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Le rogue al cielo y a las estrellas, que allá, en donde quiera que estés, estes bien.
Avenida 149.
Editado 26/07/21
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Crush. >> Min Yoongi 《Yoongi y Tu.》 EDITANDO
FanfictionT/N es una chica, que como cualquier persona, tiene a su crush. Su crush es el chico que pasa todas las tardes al frente de su casa en skate.