Puedes confiar en mí

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El silencio entre nosotros se hizo algo extenso, era obvio que lo ocurrido anoche Jae no lo iba a olvidar así como así. Por mi parte no sabía que decir, no sabía si estaba correcto explicarle o al mencionar algo más. El chico tampoco decía nada haciendo así del ambiente algo mucho más denso, siquiera lo oía respirar. Dejé de mirar la arena en nuestros pies para encontrarme con su rostro, el chico se encontraba con la vista en un punto fijo. Rápidamente me giré a ver tras mio, era ahí donde miraba con tanta atención, como me lo había esperado era aquella persona.

          —No pensé que harías estas cosas por alguien que te gusta —dijo Jae.

          —¿De qué estás hablando? —pregunté molesta

          —Ese bañador... ahora lo entiendo

          —Te estas inventando historias, realmente me sorprende tu imaginación.

          —Que demonios —Jae tomó mi brazo y me llevó con él corriendo hacia el mar, a la fuerza me hizo entrar en esas hermosas aguas de Miami.

Cuando me di cuenta, las olas habían humedecido todo mi bañador y ya no podía lucirlo como tal, por lo que decidí cobrar venganza. Jae, quien había avanzado un poco más adentro en el mar se estaba riendo como nunca, introduje ambas manos en el agua para luego sacarlas y así mojar todo el torso del chico, gritó como una niña y fue ahí cuando comencé a reírme como desquiciada. Así comenzó una guerra de agua como ninguna otra, se sentía como los tiempos antiguos, cuando mis sentimientos hacia Jae eran solamente de amistad y hermandad. Jugamos un buen rato, Jae se cayó un par de veces al igual que yo, nos empujábamos, nos reíamos y hasta que nos cansamos nos salimos del mar. En la arena habían variadas sillas de playa para recostarse, algunas con una sombrilla de playa. Me recosté en una silla de playa con sombrilla y me quedé descansando, a mi lado se recostó Jae en otra silla, podía oír su respiración agitada.

          —¿Aún no crees la historia que te conté? —preguntó de pronto Jae.

          —¿Sobre la ex novia y tu historia con Sungjin? —realmente quería evadir el tema, no sabía que responder.

          —Vamos... no mentiría con algo así, solo te quiero dar un consejo como amigo —esa última palabra la sentí invadir mis oídos como nunca, remarcada como si se burlase— No quiero que nada malo te pase

          —Siempre es igual, Jae. Desde pequeños intentas alejarme de los chicos que me gustan, no entiendo. A los doce años me dijiste que Jacob se comía los mocos, desde ese día me resigné a él y lo ignoré, pero luego me di cuenta que jamás se comió siquiera un moco... yo te creí.

          —¡Vamos, era una broma de niños! —Jae comenzó a reírse

          —Tal vez... ¿pero que hay de Henry?, me dijiste que era gay... jamás lo fue —comencé a recordar a cada chico que me había gustado— Cada chico que puedo recordar, tú tenías una razón para que yo dejase de prestarle atención...

          —A los chicos les gusta jugar con las chicas, no quiero que pases por eso y no creo que quieras vivir una experiencia así

          —¿Pero tú si puedes jugar con ellas? Necesito vivir mi vida, Jae. No necesito a un papá que jamás me ha hecho falta —me puse de pie y me fui.

Comencé a caminar por la playa, me alejé de Jae, lamentablemente no me siguió como hubiese preferido. Al girarme y mirar donde había estado con él, me di cuenta que inmediatamente había sido reemplazada por otras dos chicas y Jae sonreía. Sin quererlo me puse sentimental de pronto, la imagen que tiene una mujer romántica es pasear por la orilla del mar junto a tu pareja de la mano, de pronto te eleva en el cielo o ver el atardecer sentados en la blanca arena, tal vez un beso en el interior de la playa, pero no esperas sentirte sola y con un amor no correspondido. Mi cerebro es tan hijo de puta que comienza a hacer memorias, de canciones tristes y momentos pasados haciéndome sentir aún más miserable de lo que ya me sentía. Después de caminar un poco, me detuve en la orilla de la playa, unas pequeñas olas mojaban mis pies y ahí me quedé a ver a la gente jugar dentro del mar.

          —¿Qué haces aquí tan sola? —me pareció oír la voz de Richard. Me giré para comprobarlo, definitivamente era él, debía decir que tenía un abdomen bastante marcado y unos hombros anchos como de deportista.

          —A veces estar sola es mejor, hola chicos —me hice de animo para responder. Sungjin y Clayton estaban con él.

          —Hola T/N —dijo Sungjin. Pude ver sus ojos recorriendo mi cuerpo, obligándome a tragar saliva. Me permití hacer lo mismo.

Las piernas de Sungjin no eran realmente delgadas y estaban bien formadas, los short's de color celeste con anclas de color azul que le llegaban tal vez cinco dedos arriba de la rodilla dejaban ver parte de sus muslos bien formados. Su torso no estaba musculado pero tenía unos brazos anchos que me sorprendieron bastante, sus hombros eran bastante anchos y podía ver sus venas marcadas. Después de mirarlo, obviamente no había sido indiscreta y al mirar los rostros de Richard y Clayton me lo estaban comunicando.

          —Bien, ya nos enteramos, que pasen un buen momento —Richard dijo eso y se dio media vuelta, dio unos pasos y Clayton lo siguió.

          —¿Les contaste? —pregunté avergonzada.

          —Bueno... no es como si se los hubiese querido esconder de todos modos, es normal ¿no?   —rió Sungjin

          —Si... —me giré y seguí viendo la playa, no sabía como actuar ni que decir. No quería sonar obvia ni tampoco quería parecer como que no me importase, era demasiado complicado.

          —¿Qué tienes? —preguntó. Se acercó a mi y rodeó mi cuello con su brazo, el contacto de su cálida piel con mi desnudo hombro me hizo ponerme nerviosa— ¿Estás arrepentida?... digo, tal vez fui muy impertinente anoche

          —No... esta todo bien, no fuiste impertinente...

          —¿Entonces qué pasa?, pensé que serías distinta al día siguiente —lo oí suspirar— Es verdad que recién nos estamos conociendo pero... no creas que ese beso no significa nada para mi, fue especial.

          —¿Puedo confiar en ti?

          —Claro... puedes hacerlo —la voz de Sungjin sonaba en un tono serio, sentí su mirada clavada en mi. Lo miré sin pensarlo dos veces

          —Necesito que me respondas un par de cosas, pero debes jurar que me dirás solamente la verdad—dije hablando completamente sera.

Who's Next? / Jae y tú (Final cancelado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora