Who's Next? / Jae y tú (Final cancelado)

Viaje escolar

San viernes, el gran viaje escolar. Como por arte de magia me levanté más temprano de lo usual para ir a clases, me duché, cambié mi ropa y me maquillé un poco. Desayuné lo que más me gustaba mientras veía mi instagram y las grandiosas fotos que publicaban esos chicos tan guapos que seguía, nada mejor. Me tomé una foto en casa y la publiqué, "Camino a Miami" acompañado de algunos emojis puse en el pie de foto. Mientras veía televisión escuché el golpe de mi puerta, obviamente era Jae, corrí a abrir y ahí estaba. El chico como siempre, vestía de colores oscuros con su estilo propio, como me gustaba ese chico. Jae entró a casa, dejó su maleta a su lado y se sentó en mi sofá, lo miré sorprendida.

          —Bueno... ¿tenemos que irnos, no? —dije

          —Claro, apresúrate en traer tu maleta... no la veo por ningún lado

          —Ah... —comencé a mirar a todos lados, la había olvidado en mi habitación— ¡Maldición!

Subí las escaleras casi corriendo, llegue a mi habitación y rápidamente tomé mi maleta, examiné toda mi habitación en busca de "algo olvidado", el cargador. Lo tomé y lo metí a la maleta, cerré la puerta de mi habitación con todos los seguros y bajé rápidamente.

          —¡Aquí está! —grité. Jae estaba de pie en la puerta con su maleta

          —Vamos

Asentí y tomé el teléfono, lo guardé en mi bolsillo, tomé el pequeño bolso y salí con Jae al exterior. Cerré la puerta exterior bajo mil llaves y me dispuse a caminar con Jae hacia el paradero, en el camino se nos unió Brian quien traía un estilo bastante veraniego, la camisa manga corta con motivos de esqueletos era bastante bonita. El chico traía una mochila gigante, parecía ir de camino hacia la montaña. Como viernes, la gente que esperaba el bus no era tanta y al menos nos pudimos ir un poco más cómodos que la vez pasada.

Al llegar al High School un profesor nos envió hacia el estacionamiento trasero del colegio, ahí estarían los maestros. Cuando llegamos al lugar, me sorprendió ver todos los alumnos que estaban esperando allí, nuestro maestro nos pidió que nos acercáramos. Nuestra asistencia fue marcada, para así dar por hecho que si íbamos a asistir al paseo, nos pidió ser pacientes ya que tenían que esperar hasta el último alumno, por lo que dividimos quedarnos por allí a esperar. De pronto mi mirada se cruzó con la de Richard y sus amigos que acababan de llegar al lugar, los chicos saludaron con la mano a lo que yo les respondí, mi mirada se quedó clavada un poco más en Sungjin, la camiseta a rallas negra y roja que traía lo hacía resaltar aún más. El chico al ver que lo estaba mirando me miró rápidamente, sin alcanzar a desviar la vista el chico sonrió y me saludó nuevamente con la mano, no pude evitar sonreír y nuevamente lo saludé. De pronto sentí un codazo en mi brazo que perturbó mi mente.

          —¿Lo conoces? —la voz de Jae

          —¿De quién hablas?.... ¿Richard?

          —Sabes bien que hablo del idiota que te sonrió

          —Es Sungjin, amigo de Richard

          —¿Por qué te sonríe?, eso quiero saber —dijo molesto

          —No es de tu incumbencia —dije burlándome— Ya extraño a Brooke... como desearía que estuviera aquí

          —Es lamentable, sí —dijo Brian— Pero no te preocupes, la pasaremos bien... no lo dudes

Después de esa conversación innecesaria, me fue imposible no seguir mirando a Sungjin, algo me llamaba demasiado la atención en él. Lamentablemente, Jae tenía tantas cosas de las cuales quería hablar que no me dejaba en paz, no entendía porque solo él tenía derecho a coquetear. Al rato el maestro comenzó a llamar las distintas clases para que tomasen asiento en el bus, cuando fue el momento de nuestro curso fue entonces cuando nos pusimos de camino a alcanzar el bus, dejamos nuestras pertenencias en el maletero del bus y subimos dentro. Busqué un asiento vació, lamentablemente íbamos en el bus con parte de otro curso los cuales estaban sentados en la parte trasera, me senté por la parte del centro mirando hacia la ventana. Comencé a mirar el exterior, como si el destino nos quisiese unir, justamente al lado del bus en el que estábamos había otro bus, allí pude ver a Richard y sus amigos buscar lugar donde sentarse. Un movimiento rudo a mi lado me hizo girarme bruscamente, asustada, claro.

          —¿A quién veías tan fijamente? —el rostro de Jae tan cerca mio, hizo de mi corazón un desastre. Como amaba esos pequeños ojos.

          —Estaba pensando... —me alejé de él y me acomodé en mi asiento.

          —Sabes... no creo que sea conveniente tener una amistad con Richard y los suyos, ya sabes, mala influencia y mala reputación

          —Me junto contigo... no sé que tanta diferencia haya —de reojo pude ver la cara de disgusto que había puesto Jae— Además, no creo que esté bien que definas quienes son buenas amistades para mi, yo no te lo he preguntado

          —Bien... yo... yo solo estaba dando mi opinión. No me importa —Jae sacó unos audífonos del bolsillo trasero de su pantalón y lo conecto en su teléfono, eligió una canción y se puso los auriculares en sus oídos.

Miré cada movimiento que había hecho, pero el chico ni se había inmutado. Si él iba a ignorarme entonces yo también lo iba a hacer, saqué los audífonos de casco de mi pequeño bolso y comencé a escuchar mi música preferida a un volumen elevado, no quería escuchar el griterío que tenían los demás. Miré nuevamente al bus de enfrente, por más que miré por todos lados no encontré lo que quería ver, suspiré de la decepción. Casi media hora después los buses se pusieron en marcha, al fin. Al mirar a Jae, me encontré con la sorpresa de verlo dormir, era en los momentos que más disfrutaba verlo, parecía un angelito. Con mi cámara le tomé algunas fotos, sentí que tal vez iba a ser el único recuerdo grato que iba a tener de él.