Suegra

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El Sábado por la mañana me desperté gracias a un exquisito olor que embriagaba mis fosas nasales, la mejor forma de despertar después de dormir en la misma cama con Jae. Ahí estaba, a mi lado plácidamente dormido como un bebé. Sus labios entreabiertos, sus pequeñas y negras pestañas descansando en sus mejillas más el suave sonido de su respiración me hacían volverme loca y darme cuenta de cuanto me gustaba ese chico aún sin hacer nada.

          —¡Hija, baja a desayunar! —oí la voz de mamá

Fue cuando me agarró el pánico, había olvidado que mamá trabajaría por la noche durante el fin de semana. Me senté rápidamente en la cama y me levanté al segundo para correr y cerrar la puerta. Me quedé en la puerta pensando en como hacer que Jae saliera sin que mamá lo viera, después de todo, ella no sabía sobre nuestra nueva relación.

          —¿Qué pasa? —miré a Jae rápidamente— ¿Qué haces allí?

          —Mamá está llamándome para desayunar

          —Oh... pues bajemos

          —Idiota, ¿qué dirá si te ve durmiendo aquí?

Jae guardó silencio y se levantó, estiró sus brazos al cielo. Lo vi frente a mis ojos quitarse la camiseta de pijama, buscar la que traía ayer y ponérsela. Tomó los jeans negros de ayer y se iba a comenzar a quitarse el short de pijama.

          —¡Hey, v-ve al baño a cambiarte!

          —¿Por qué?

Exclamé un sonido raro y tomé una ropa cualquiera para cambiarme, entré al baño porque esta situación me ponía demasiado nerviosa y verlo sacarse la ropa era peor. Lavé mi rostro y cepillé mis dientes mientras pensaba en una idea. Repentinamente sentí el golpe de mi puerta.

          —¿Qué? —pregunté con tono de molestia

          —Quiero hacer pis

          —Ya salgo —me terminé de lavar los dientes y abrí la puerta

          —Oye no te preocupes, no es primera vez que me ve dormir contigo

          —¿Cómo dices?

          —Pues sí. Varías veces en las que llega muy tarde por la noche, abre tu puerta y cuando me ha visto me ha saludado, luego se va...

          —¿Qué haces despierto cuando llega mamá?... ella llega como las tres de la mañana

          —Con tus ronquidos no es fácil dormir —dijo riendo

          —Pues no duermas más conmigo, así se soluciona —salí del baño y dejé mi pijama encima de la silla del escritorio

          —Solo bromeo. De todas formas hay que decirle a tu madre y... bueno, yo lo haré

Después de decir eso, el chico entró al baño y cerró la puerta. No podía mentirme y decir que no temía por la reacción de mamá, normal sería que pensara que habíamos hecho otras cosas en vez de dormir, pero iba a ser difícil hacerle entender que aún no pasaba nada. Esa era la única verdad. Me miré en el espejo en mi habitación y golpeé suavemente mis mejillas para reaccionar, y así pensar fríamente. Después de todo iba a ser el primer novio que le presentara a mamá, pero la situación no iba a ser a mejor.

Jae salió del baño, traía en su mano el contenedor de sus lentillas de contacto el cual dejó encima en la mesita de noche. Su visión había sido mala desde que nació, anteriormente cuando era más pequeño usaba anteojos, cuando cambió su personalidad también se habían ido sus lentes. Bajamos de la mano las escaleras y llegamos hasta el comedor, ahí estaba mamá desayudando.

           —Hola suegra —le dijo Jae. Lo miré con unos ojos que casi se me salían, mi corazón se había vuelto loco, miré a mamá y ella sonreía, al parecer le había hecho gracia.

          —Hola niños. ¿Dormiste aquí anoche?

          —Así es, pero no se preocupe —Jae se sentó en la silla al lado de mi madre— Solo dormimos, yo respeto a su hija

          —¿De qué estas hablando? —rió mi madre

          —Mamá... —la llamé— Jae...

          —Su hija me gusta desde hace mucho tiempo, pero ya no somos amigos. Somo novios. Perdón por no haberle dicho antes pero no... usted y yo no nos hemos encontrado últimamente debido a su trabajo

          —¡Wow! —exclamó mamá— Eso fue mucha información. Pero me gusta que seas honesto Jae, al contrario de mi hija...

          —¡Mamá, no podía decir eso por chat!. Como dijo Jae, no te he visto para nada últimamente...

          —¿De verdad están saliendo?

          —Sí, madre, es verdad —asentí.

Mamá se cubrió la boca con la mano y miró su desayuno, de seguro estaba pensado. Jae y yo nos miramos guardando silencio, ambos no sabíamos que decir. Yo alcé los hombros y Jae puso un mueca de miedo y preocupación, lo vi rascando su cabeza mientras abría su boca para decir algo pero al segundo la cerraba.

          —Ya no estamos en los tiempos antiguos donde los papás decidían con quien debían salir sus hijas, así que no me entrometeré. De igual forma sé que Jae es un ángel porque siempre se ha preocupado de cuidar a mi bebé —sonrió mamá

          —¿Eso quiere decir que no le molesta que estemos saliendo?

          —Claro que no, es solo que me sorprendió. Estoy... feliz por ustedes

Ambos sonreímos, yo me acerqué a mamá y le di un abrazo. Mamá nos dijo que desayunáramos y así lo hicimos, los tres juntos. No era de otro planeta comer los tres juntos, pero de alguna manera se sentía distinto porque el chico en la mesa no era mi amigo si no que ahora era mi novio.

Después de desayunar Jae se fue a su casa, al parecer tenía cosas que hacer. Mi madre y yo nos sentamos en el sofá y ella encendió el televisor, la película que estaban dando era Crepúsculo parte uno. Justamente la escena donde ambos estaban en su luna de miel haciendo el amor. Que incómoda me sentía.

          —Hija —solo eso hizo a mi cuerpo dar un pequeño saltó— Ahora que estás saliendo con Jae hay cosas que debes tomar en cuenta

          —Sí, recuerdo bien tus consejos desde que me llegó el periodo...

          —Nunca es malo hacer un recordatorio

Fue así como inició su recordatorio de las formas de cuidarme que podía comenzar por usar, hablando de sexo claramente. Yo aún si quiera sabía cuando iba a entregarme de esa manera pero ella ya quería asegurarse. Sin decir una palabra, solo la oí decirme todos sus años de doctora y las conversaciones que tenía con sus amigas ginecólogas.

          —Hablando de otra cosa mamá —la interrumpí luego de sus más de quince minutos hablado

          —¿Qué ocurre?

          —Mi amiga Brooke me invitó a su casa en la playa, para vacaciones...

          —¿Brooke?... ¿por cuánto tiempo?, ¿quién más irá?

          —Mm... le preguntaré

Claramente no sabía si decirle sobre Jae y Brian, mamá tampoco sabía del novio de Brooke. Sobre los días, aún no estaba segura así que prefería asegurarme antes de hablar de más. Solo esperaba que mamá me diera el permiso.

Who's Next? / Jae y tú (Final cancelado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora