Hijos, boda, novios

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Al día siguiente y al siguiente de ese pasamos la mayoría del día juntos, exceptuando las idas al baño o a ducharse. El día Domingo Jae no se quedó en casa a dormir, no quería preocupar a su madre y era algo que debía hacer, de todas formas no vivía lejos. Después de intentar dormir muchas veces, mientras rodaba de un lado a otro en mi cama pude conciliar el sueño.

Durante la noche había activado la alarma para que me despertara antes de la hora habitual en la que acostumbraba a hacerlo. Al día siguiente me levanté, entré a la ducha, desayuné y me arreglé mucho más rápida que Rayo Mcqueen. Me dirigí a su casa y me dejaron pasar, pero en la entrada me encontré con la madre de Jae a la cual saludé para luego entrar camino a la habitación de mi ahora novio, al parecer.

          —Querida, espera. ¿Pasó algo entre ustedes? —preguntó su madre. Me giré a verla

          —¿A qué se refiere?

          —Sé que él acostumbra a ir a buscarte por las mañanas, ¿no?

          —Si... yo... —no sabía que excusa darle

          —Se bien que a este chico le gusta que le rueguen. No te preocupes querida, a él solo le gusta llamar la atención. Ya sabes, es un poco retorcido pero es un buen chico en el fondo. Ambas sabemos que él es sensible y es posible que entristezca, no lo dejes solo por favor... eres la única que puede ponerlo de buen humor, ustedes se tienen uno al otro

          —Sí... lo sé. Ocurre que...

          —¿Ya no son amigos? —preguntó alarmada.

          —No, madre. Somos novios —me sobresalté al oír la voz de Jae a mis espaldas. Lo miré sorprendida y el chico lucía una brillante sonrisa, volví mi mirada hacia la señora Park.

          —¿Está bien? —pregunté, pues la mamá de Jae lucía en shock, mirándome con unos ojos que casi salían de sus órbitas.

          —¿Es eso cierto? —me preguntó la madre.

          —Si... —dije en casi un susurro, era realmente vergonzoso decir algo así en frente a su madre. Una sonrisa apareció en el rostro de la señora Park y se acercó hacia mí, me dio un abrazo realmente cálido. Ya entendía de quien había aprendido a dar esos abrazos Jae.

          —Eres una chica que apruebo cien por ciento para mi hijo, esta la mejor noticia que he escuchado —dijo. Se alejó de mí y me miró directamente a los ojos— Tendrán unos hijos hermosos

          —¡Mamá! —exclamó Jae

          —Tengo que preparar ya las cosas para la boda —dijo y se marchó rápidamente por la gran puerta de entrada.Me giré a ver a Jae con cara de tragedia, él solo sonreía, al parecer tampoco sabía porque su madre actuaba así. El chico caminó y yo lo seguí.

          —¿Qué haces aquí tan temprano? —me preguntó mientras caminaba delante mio.

          —Te quería sorprender...

          —Sí que me sorprendiste, hoy podría llover. No es normal que te levantes tan temprano

          —Sí, muy gracioso —le dije. Me senté en un taburete al llegar a la cocina y lo miré.

El chico se sentó a mi lado y me miró, me dio una gran sonrisa y acarició mi mejilla. A los pocos segundos entró una mujer vestida de sirviente y dejó una gran bandeja con muchas cosas para comer frente a Jae, era su gran desayuno. Ni a lo lejos se parecía al desayuno que le había hecho yo, este sí lucía apetecible. El chico comió mientras yo revisaba mi instagram, intentaba pasar rápidamente las fotos de los chicos atractivos que seguía, sentía que todos se habían puesto de acuerdo para subir fotos el mismo día a la misma hora. Sentía la mirada de Jae, estaba segura que le intrigaba saber que estaba viendo. Rápidamente me salí de instagram y abrí la aplicación para tomar fotos, entones enfoqué la cámara en Jae.

          —¿Qué haces?, por favor no me tomes fotos. No tengo la mejor cara cuando me despierto

          —Pero... —me detuve. Quería decirle lo atractivo que era a la hora que fuera. Lo era mucho más justo así, llevando una playera negra sin mangas, la cual tenía los agujeros de los brazos realmente grandes que dejaba ver su estomago. Además de usar unos short's realmente cortos de color negro con detalles de pequeñas pizzas.

          —¿Pero? —el chico estaba mirando a la cámara y a través de la pantalla de mi teléfono lo podía ver mirándome

          —Te ves increíble a la hora que sea —dije, escondí mi rostro tras mi teléfono. Pude oír la risa de Jae, no era cualquier risa. Miré la pantalla de mi teléfono y le tomé una foto sonriendo, parecía avergonzado.

          —Lo sé, soy increíble

          —Sabía que dirías algo así... —suspiré y guardé mi teléfono— Por la hora, creo que estamos un poco atrasados, come más rápido —me puse de pie

          —¿Dónde vas?

          —Iré a esperar a Brian... se extrañará que no esté en mi casa —me detuve antes de avanzar— ¿Somos novios?

          —¿Quieres serlo?

Lo miré y rápidamente desvié mi mirada, no sabía como actuar cuando era directo. Miré al piso y respiré hondo, esto había sido lo que siempre esperé escuchar, no entendía por qué me estaba tardando en responder.

Mientras debatía con mi estúpida yo interior escuché el sonido de la silla chirrear en el piso, levanté mi vista y vi a Jae de pie enfrente mio. Bajé la cabeza, no entendía porque estaba actuando tan tonta de pronto y tal vez si sabía, la presencia de Jae despertaba en mí un montón de sensaciones nuevas que no sabía como conllevar. Me daba vergüenza hacer un pequeño movimiento o decir alguna cursilería, era algo contradictorio con lo que quería hacer en realidad. El chico tomó mi rostro entre sus manos y obligadamente subí mi rostro, así quedando frente a frente con el hermoso rostro de Jae.

          —Pregunto si quieres ser mi novia, necesito que respondas. Quiero hacer esto bien

          —Jae...

          —¿Qué dices?, ¿necesitas algo más para creerme?. Haré lo que quieras

          —No hace falta nada más

          —¿Entonces por qué no respondes?

          —Porque me gusta verte desesperado y asustado, es una nueva faceta que no había visto antes en ti —sonreí. El chico al verme hizo una mueca de molestia, era realmente tierno arrugando sus labios así. En un pestañeo tenía el rostro de Jae más cerca y sus labios cubriendo los míos, sentía que me dejaría sin labios.

          —Te gusta hacerme la vida imposible —dijo al separarse de mí.

          —Atente a las consecuencias, pues, desde hoy me declaro tu única dueña. Tengan cuidado estúpidas, T/N atrapó el pez gordo —hice algunos dab mientras oía la risa de Jae, luego hice los bailes de Fortnite y el muy idiota me siguió con su tieso cuerpo. Después de reírnos de las tonterías que hacíamos, Jae se secó algunas lagrimas de sus ojos al igual que yo— Sí, quiero ser tu novia estúpido.

Who's Next? / Jae y tú (Final cancelado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora