Who's Next? / Jae y tú (Final cancelado)

Punzada de corazón

Después de ese momento decidí volver a la playa con todos, tampoco quería amargar más el día después de la situación ocurrida hace algunos momentos. A pesar de la insistencia de Jae con darme la mano, abrazarme o incluso tocarme, yo fui más fuerte que mis gana de corresponderle y no tuve ningún tipo de contacto con él.

          —¿Dónde estabas? —me preguntó Brian al verme llegar, parecía asustado según mi percepción.

          —Solo fui a caminar, ¿por qué me hablas en ese tono?

          —¿Cómo quieres que te hable entonces?, ¡tú no sabes cuanto nos preocupaste!

          —Brian, no tengo diez años...

          —¿Entonces si me preocupo por ti me convierto automáticamente en tu madre o algo así? —me preguntó con un tono sarcástico. Cada vez estaba más cerca mío.

         —Vamos... —suspiré— ¿Por qué...?

          —¿Sabes?... ya no importa

El chico me dio la espalda y se dirigió hacia la playa, allá a la lejanía se veía a Brooke mirando hacia acá. Estiré mi toalla en la arena nuevamente y me senté encima, de forma que abrazaba mis piernas. De pronto recordé y noté que Brayden no estaba por allí, no lo veía por ningún sitio. Subí mi mirada y vi a Jae de pie a mi lado, parecía ido mirando hacia la playa y entonces supe que era la peor idea preguntarle por Brayden.

          —¿Dónde estabas? —le pregunté al hermano de Brooke cuando llegó. Desde que yo había llegado había pasado media hora mas o menos, y Jae seguía en la misma posición.

          —Eso debería preguntarte yo

          —Yo llegué hace más de media hora

          —Pues yo llevo más de cuarenta minutos buscándote —dijo seguido de una sonrisa— ¿Dónde estabas metida niñita?

          —Solo salí a caminar... —suspiré— Siento si te mantuve buscándome. Necesitaba estar a solas

          —No importa... lo bueno es que estas aquí y a salvo —sonrió nuevamente. Su sonrisa era una cosa muy linda de ver, tal cual como sonreía Brooke a veces.

El chico sin preguntar se sentó a mi lado, muy cerca para ser sincera, pasó su brazo por detrás de mi espalda y me acaricio suavemente. No sabía como ni porque, pero me estaba sintiendo nostálgica de pronto y las ganas de llorar me estaban haciendo doler la garganta, que estúpida me sentí. Pero si lo pensaba bien, esas ganas de llorar se debían a que me preocupaba Jae y mucho. De pronto vi su silueta pasar frente a mis ojos y lo vi caminando en dirección a la playa, de seguro se había enojado, como siempre.

          —Esta bien, todo estará bien

          —¿Cómo sabías?

          —¿Saber qué?, ¿que te sientes asustada?

          —Sí... me da miedo —dije riéndome

          —Supongo que tu mirada o la forma de hablar de hace algunos segundos, se me hace un poco obvio... —dijo pensado seriamente

          —Ojalá Jae pudiera actuar a veces un poco como tú...

          —No creo que sea tan tonto, de seguro se da cuenta de como estas. Tal vez... no sé, le debe costar saber como actuar... ¿es normal que él actúe así?. Es un poco prepotente, un poco mucho

          —Sí, a veces. Al menos si se trata de mí... lo he visto ponerse muy furioso, agresivo...

          —A lo mejor es la única forma que conoce de defenderse, no lo sé, no lo conozco —Brayden se detuvo y dejó de hablar por unos segundos— No digo que te pongas de su lado completamente pero... tal vez también deberías tratar de entender porque lo hace, hablar puede ayudar.

Asentí con mi cabeza y dejé de hablar sobre ese tema, después de todo era un tema de pareja y de seguro a Jae no le gustaría saber que lo hablé con Brayden.

Al llegar el atardecer y luego cuando anocheció no hubo un cambio en mí, pues había pasado la tarde sentada ahí, tomando sol encima de mi toalla. Me di cuenta que era hora de irnos cuando estaba todos abrigándose y tomando las cosas del piso, al parecer todos se había puesto de acuerdo para no hablar. El camino en el auto fue demasiado silencioso, lo cual para mí se sentía realmente incómodo.

          —Buenas noches —fue lo último que dijo Brian antes de entrar a su habitación.

          —Brooke —le llamé la atención cuando la vi ir detrás de su novio, la chica se giró y me miró. Tardó un poco en pensarlo, pero a final de acercó a mí y se sentó a mi lado en el sofá.

          —¿Qué pasa? —me preguntó

          —¿Que qué pasa? —reí irónica— Pasa que siento que todos me ignoran. No fui yo la que se iba a poner a pelear en medio de la playa

          —Ya sé... —dijo exhausta— Pero desaparecerte sin decir nada, eso tampoco es tan bueno... ¿no?

          —¡Bueno!... ¡me sentía mal!, ¿qué querías que hiciera?

          —Tal vez empezar por decirnos donde ibas —dijo tranquila— Y cálmate, ¿quieres?

          —¿Calmarme?, nadie quiere escucharme

          —¿Sabes qué? —dijo luego de ponerse de pie— Todos estamos cansados, será mejor que durmamos y así mañana hablemos. Adiós T/N

Y así fue como me quedé sola en la sala de estar, no podía creer que todo el mundo se había molestado por eso. Mientras pensaba en si debería dormir en el sofá o no, sentí una presencia acercarse. A mi lado se había sentado Jae, quién había mantenido su mirada fijamente en mí mientras se había sentado.

          —Hola

          —¿Te vienes a reír de mí? —le pregunté

          —En otra situación lo hubiera hecho, ahora no tengo ganas. Si estás enojada lo entiendo —soltó de pronto— Si deseas que duerma aquí lo haré... yo haré lo que sea para que estemos bien

          —¿Entonces me prometerás que no pelearas por cualquier cosa?. No puedo prohibirte que pelees... lo sé, pero al menos no lo hagas a la ligera. No quiero verte como alguien frívolo

          —¿Sabes? —suspiró y se frotó los ojos con los puños cerrados— Me da un sentimiento extraño aquí —se tocó el pecho— Cuando tú me ignoras, cuando no quieres que te toque... no me gusta para nada

          —¿Te duele?

          —Sí... eso creo. Es como una punzada

          —¿De verdad sientes así? —le pregunté, el chico asintió con su cabeza— Entonces ahora entenderás como me siento cuando te veo pelear... es un sentimiento fuerte, ¿no?

El chico me miró y desvió su mirada al instante, lo vi tomándose su cabeza y enredar sus dedos en el cabello. Parecía mirar un punto fijo, siquiera lo veía pestañear. Esperaba que de verdad lo estuviera meditando y que tomara atención a mis sentimientos también, porque para mí era tan importante como mi madre.