Who's Next? / Jae y tú (Final cancelado)

¿Qué pasa con Richard?

Salimos del baño ya calmadas, enredé mi brazo en el de Brooke para no separarme de ella en ningún momento. Sabía mejor que nadie que cuando la sangre de mi mejor amiga estaba hirviendo era mejor retenerla como pudiera, si es que fuera posible. Juntas nos fuimos al paradero y esperamos hasta que el bus llego, el cual nos llevó hasta un paradero cerca del metro. Desde ahí con dos estaciones más en el metro llegamos al centro comercial al fin. Recorrimos cada local de ropa, llegando hasta el último para no perdernos nada, cada colección era hermosa y no sabíamos por cual decidirnos en especifico.

          —No, espera —Brooke se soltó de mi brazo y entró a una tienda, la seguí rápidamente—  ¡Mira, es justo lo que estaba buscando! —la chica señaló un bañador de dos piezas que traía un maniquí.

          —Tú nunca usas color negro

          —Pero...

          —Si gusta de ese modelo tenemos en más colores —dijo de pronto una señora

          —¿En rosa?

          —Si, tenemos en rosa

Rápidamente la señora que atendía el local le dio a Brooke el bañador en color rosa, la chica entró al probador y después de algunos minutos me llamó. Entré al pequeño probador y la vi, se veía increíblemente linda. Después de darle mi aprobación la chica se decidió por ese bañador, salí del probador y a los minutos salió Brooke con el bañador en sus manos. Lo pagó y salimos del local. Se podría decir que solamente me quedaba a mi elegir uno, visitamos un tanto de tiendas más hasta que visualice el bañador que tenía pensado. Entré a probármelo y me quedó bien o eso me dijo Brooke, de todas maneras lo pagué y seguimos caminando por el centro comercial. Comimos muchas cosas, comparamos algunas cosas para cuando nos dejen ir a la playa, accesorios, fuimos al cine y muchas cosas más. Pasamos juntas una tarde realmente entretenida, olvidé todas mis preocupaciones.

Claro que al volver a casa, en el sofá de mi sala de estar estaba mi mayor preocupación viendo televisión como si fuese su casa. Mis manos venían realmente cargadas de bolsas y traía un cansancio increíble que me estaba obligando a ir a dormir. Saludé a Jae con un simple "Hola" y subí las escaleras que me llevaron al segundo piso, caminé en dirección a mi habitación y entré. Después de ordenar un poco me recosté en la cama y cerré mis ojos, de pronto a mi lado la cama se hundió. Abrí mis ojos y ahí estaba Jae mirándome, podía notar un poco de furia en sus ojos. Sin perder tiempo con su mano sostuvo mi barbilla bruscamente y comenzó a besarme, agresivamente, sin pudor. De alguna forma estaba cansándome ser "usada" por él, pero también no podía negar que se sentía tan bien.

          —¿Dónde estabas? —Jae dejó de besarme repentinamente pero sin soltar mi barbilla

          —¿Ah?... ¿a quién verás ahora?

          —¿De qué hablas?

          —Estas... estas practicando... usando una táctica nueva

          —Ah, si... —el chico soltó mi barbilla y se puso de pie— Aún no has respondido mi pregunta

          —Fui al centro comercial —me senté en la cama y respiré hondo— Quizás... ¿estabas preocupado?

          —Claro, es tarde y si no recuerdas. Soy el que te cuida y lo sabes

          —Entiendo, obviamente esa es la razón, nunca lo olvidaré —me puse de pie y ordené mi cama para dormir— Si me disculpas, tengo sueño

          —Si... ah, oye... ¿qué pasa con Richard? —preguntó nerviosamente Jae— Digo, si estás con él... puedes contarme

          —No quiero que te lo tomes a mal pero... prefiero tener un poco de privacidad en mi vida a veces

Jae me miró completamente sorprendido, el chico reaccionó de pronto y salió de mi habitación cerrando la puerta fuertemente haciendo un ruido estremecedor. Papá Jae había sido activado y estaba más molesto que nunca. Después de reírme en silencio fui al baño a tomar un baño y cepillar mis dientes, salí y me acosté rápidamente. Al siguiente día me desperté, atrasada como cada día, cambié mi ropa y desayuné rápidamente. Obviamente a salir de mi casa estaba fuera Jae, lo extraño era que Brian estaba a su lado.

          —Brian, que sorpresa —reí

          —Resulta que mi madre se levantó a trabajar y me despertó porque no encontraba las llaves del auto... dios, que cabeza tiene —Brian se refregó los ojos.

Caminamos juntos hacia el paradero a tomar el bus, algo extraño estaba pasando y resultaba que había más gente de la normal esperando el bus. Después de dos minutos el bus se venía acercando y Jae me lo hizo saber, nos posicionamos cerca de la calle para poder entrar rápidamente en el bus debido a todo el gentío que había allí.

          —¿Por qué hay tanta gente hoy? —susurré en el oído de Jae

          —¿No viste las noticias anoche?... ¡ah!, es verdad, estabas con "Brooke" —Jae al decir el nombre de mi amiga hizo comillas con sus dedos, al parecer no me creía del todo— Los buses que pasan por la cuadra Eithon están protestando por la calle averiada y no están pasando los buses por allí... por lo cual toda la gente vino hacia aquí...

          —Podrías habérmelo mencionado... ¿no? —cuando me di cuenta el bus estaba virando por la esquina.

          —Sujeta mi mochila —dijo Jae

De pronto la gente al ver el bus acercarse comenzó a venir mas adelante para poder entrar primero y todo el mundo me estaba empujando para poder entrar al bus. Mi estrés se estaba elevando al sentir empujones por mi espalda y al sentir el poco aire. Cuando llegó el bus al paradero la gente se volvió loca y comenzó a empujar con más fuerza, al abrirse las puertas no tuve necesidad de mover mis pies porque me dejé llevar por la fuerza de la masa, me sujeté de la mochila de Jae con toda fuerza. Con la ola de personas allí mi mano y su mochila se empezaron a alejar de a poco, algunas personas se querían meter entre medio de nosotros, de pronto sentí una mano envolver mi espalda y jalarme con fuerza, cuando me di cuenta estaba al lado de Jae. Rápidamente fijé mi mirada en el rostro del chico alto y este mi miró también sonriendo forzosamente, comencé a reírme de su expresión. Juntos comenzamos a intentar caminar más adentro del bus para acomodarnos de alguna forma donde no molestáramos. Durante nuestra lucha por hallar un lugar en el bus, Jae jamás soltó mi cuerpo, como era obvio nuestros cuerpos estaban demasiado cerca y mi corazón no paraba de latir rápido.