Who's Next? / Jae y tú (Final cancelado)

Mi marca

Al llegar al local de comidas rápidamente buscamos un asiento junto a Jae, encontramos una mesa en el segundo piso lo bastante grande para los cinco y ahí nos sentamos. Le envié lo que queríamos comer a Brooke por Whatsapp y esperamos sentados. Jae se sentó a mi lado izquierdo y apoyó su cabeza sobre sus brazos encima de la mesa, sus labios arrugados por apoyar su mejilla se veían realmente lindos, apetecibles y brillantes.

          —¿Qué ocurre? —le pregunté mientras le acariciaba su cabello rubio.

          —Me gustas

Lo miré y sonreí con vergüenza, siempre salía con sus cosas. Rápidamente tomé mi cámara y le tomé una foto, como había cerrado sus ojos no se había percatado pero luego cuando los abrió me notó, sacó la lengua en forma de burla y luego comenzó a hacer poses. Era la persona más fotogénica que conocía y eso era genial para mí, preciso.

          —¿Por qué siempre me tomas fotos? —preguntó tiernamente

          —Me gusta sacarle fotos a las cosas lindas

          —Eso funciona conmigo

Se levantó rápidamente de su postura y al pestañear estaba demasiado cerca de mí, así me besó bruscamente. Con su gran mano recorría mi espalda en suaves caricias, mientras que la izquierda la mantenía en mi mejilla. No dejaba de disfrutar sus tácticas, puesto que me las sabía le podía responder mas intensivamente. Pero llegó un momento mientras que nos besábamos que oímos una tos, fue el indicio para que me separara de Jae.

          —El motel no está a muchos minutos de aquí —rió Brian. Ya habían vuelto con una bandeja con comida

          —¿No podían haberse tardado más? —le preguntó Jae

          —Tenemos hambre —le respondió Brooke quien había llegado.

          —Yo también

          —Sí, pero la nuestra es de comida —rió ella

Yo solo me quedé en silencio y comencé a mirar alrededor, me incomodaba un poco esa conversación. Era una parte a la cual aún no llegábamos, menos yo.

          —¿Y Brayden? —pregunté

          —Se suponía que venía tras mío con la otra bandeja —respondió mi amiga— Tal vez se quedó coqueteando con alguna zorra

          —¡Brooke! —repliqué—Lo iré a buscar

Me puse de pie y caminé hacia las escaleras, no lo veía por lo que bajé. Había mucha gente en la primera planta y no podía diferenciar la cabellera rubia del chico, eso que tampoco era bajo. Bajé hasta el último escalón y comencé a mirar bien, no podía haberse perdido. De pronto mientras avanzaba vi a Brayden, pero al parecer era verdad lo que había Brooke. El chico estaba rodeado de tres chicas, todas rubias y bien vestidas.

          —¿Sucede algo Brayden? —le pregunté al llegar junto a ellos

          —¡T/N, justo llegaste! —respondió él ansioso— ¿Dónde fuiste tontita?

          —¿Eh?

          —¿Esa es tu novia? —preguntó una de las chicas rubia, tenía unos labios tan inflados que de seguro se había inyectado botox

          —Se los dije —rió Brayden— Fue un gusto y perdón por lo del empujón

Las chicas asintieron, yo las miré por que no entendía nada y cuando me giré vi a Brayden lejos de mí. Rápidamente lo seguí así apresurando mi paso, en las escaleras alcancé a pillarlo y tiré de su playera.

          —¿Qué fue eso?

           —Iba caminando de espaldas para poder girarme y choqué a esa chica, ella sin quererlo empujó a la otra chica que estaba con su amiga. Tuve que intervenir y bueno... no sé como llegamos a conversar de si tenía novia —rió él

          —¿No podrías haberle dicho que no tenías y ya?

          —¿Por qué mentiría?

         —¿A qué te refieres? —pregunté asustada— Yo... no puedo. Yo tengo a Jae y no necesito a nadie más

          —¿Qué? —rió Brayden— Estás confundiendo todo. Yo tengo novia, de verdad la tengo. Si no está aquí es solo porque que ella se fue de vacaciones a California

Eso sonaba bien, estaba increíble, así Jae no tendría que ponerse celoso por un chico con novia. Con Brayden llegamos donde los chicos y tomamos asiento, comimos en silencio porque nadie preguntó nada. La comida estaba deliciosa y había quedado satisfecha con ella, ta vez lo visitaría más seguido.

          —¿Ya vamos a la playa? —insistió Jae por tercera vez luego de terminar de comer

          —Vamos de una vez —se rindió Brooke

Nos subimos al auto de Jae y él condujo a casa, teníamos que prepararnos. Cuando llegamos me dirigí rápidamente a la habitación y de mi maleta saqué mi traje de baño, usaría el mismo que usé cuando fuimos al paseo de curso. Estaba nuevo y me había encantado, no podía negarlo. Encima de él me puse un vestido blanco playero y salí del baño, ahí estaba Jae sentado en la cama con sus bermudas azules y una playera negra. Me acerqué a él y me senté tras él.

          —Quítate la playera

          —¿Ahora? —preguntó— ¿No podemos dejarlo para la noche?, eso no significa que no te desee

          —¿Qué?, solo quiero aplicarte bloqueador solar

          —Ah... bueno, ¿sabes?. Quiero broncearme un poco

          —¿Acaso no sabes que el bloqueador solar es solo para protegerte de los rayos UVA y UVB?, te broncearás igual bebé

          —No me digas bebé —respondió en casi un susurro

          —¿Qué dijiste bebé?

Y como flash el chico se encontraba encima de mí en la cama, demasiado cerca como para sentir su calor corporal. No podía negar que lo ansiosa me estaba carcomiendo, tampoco era de piedra. El chico acercó sus labios a los míos y nos besamos con hambre, luego dejó mis labios para besar mi cuello, así sentí su lengua recorrerlo. Pero de pronto un dolor me hizo ponerme inquieta, al tener los ojos cerrado no sabía que estaba haciendo en mi cuello y jamás había sentido algo así.

          —Me duele, ¿qué haces? —le pregunté

          —Mi marca —dijo y luego dejó un pequeño beso en el área

          —¿Qué? —pregunté sin entender.

El chico salió de encima mío y yo me puse de pie después de él, entré al baño y me miré el cuello. El denominado chupetón, eso había hecho ahí. Ni si quiera me había preguntado y ahora todo el mundo se daría cuenta, de a poco se hacía más roja la zona y mis ganas de ahorcar a Jae aumentaban. Salí del baño pero el chico ya no estaba ahí, de seguro había corrido por su vida. Sin pensar demasiado tomé mis cosas necesarias y salí de la habitación, mi cámara en mano y todo listo.