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Jumin-sible

GTS Blog, capítulo 7.
Es gracioso que cuando las mujeres se encuentran en su período, tienden a tener cambios radicales de humor, y siempre van de estar enojadas a estar tristes, incluso de estar felices a enojadas.
Ese es el caso correspondiente a Taekyun, pero eso ya lo contamos, ¿No es así?
Ahora es el turno de la tierna Park Jumin.
Ella es un poco especial en estos días del mes.
Y te explicaré por qué.
Park no cambia de humor, no, nada de eso.
Ella se mantiene en una sola emoción, y si pensaste que estaría enojada todo el tiempo te equivocaste.
Ella permanece en estado de tristeza constante, una contagiosa.

Mejor, dejaré que Taekyun te cuente su anécdota.
Atte: Jen.
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Era lunes por la mañana y Taek fue a la cocina para prepararse un cereal, en compañía de Sugar, que obviamente le ignoraría como siempre.
Cuando Jumin se hizo presente y fue al refrigerador a sacar uno de sus yogurts, Sugar se percató de una gran mancha roja en el camisón de la chica. Escupió su cereal sin llamar la atención, y tocó violentamente el brazo de Tae. Esta sí se ahogó con la leche y empezó a toser como reflejo. Rápidamente se levantó y fue hacía Gaek quien jugaba videojuegos en la sala de estar.
-Tenemos un código amarillo, Gaek. Dile a Nam-unnie que cancele los planes.. ahora.
Gaek refunfuñó y fue al cuarto de Nam, expresando molestia ante la noticia.
-Código amarillo pollito, líder.
-¿Se le adelantó?, ¡Agh!, ¡Hoy iríamos al cine!
Jen miró a Gaek y se levantó, abriendo la boca al asomarse y ver la gran mancha en la espalda baja de Jumin, asintiendo en dirección a Namjunn.
-Y sí, se ve grave.
Con tristeza, Nam canceló sus reservaciones de ese día, y Gaek volvió a su videojuego, preparndose mentalmente para lo detonante que podría ser Park en esos días.

Tae seguía desayunando, más alerta ahora; cualquier acción en falso podría costarle una Jimin sentida a más no poder. Debía evitar a toda costa una actitud grosera o muy inexpresiva.
-¿Qué estás haciendo, Kyun?
-Estoy comiendo cereal, ¿Quieres?
-Hm.. no. Pero.. ¿Porqué dejas solo las hojuelas rojas sobre la leche?
-Me gusta separarlas. Es entretenido comerlas por color y..
Jumin empezó a esnifar, ¿Qué había hecho mal?
-¿Porqué lloras..?
-D-dejas las rojas al final.. porque no te gustan, ¿Cierto..?, ¡D-debes quererlas todas, saben igual!
Su llanto se hacía más fuerte cada vez, y Tae rápidamente tomó las hojuelas rojas de una cucharada y las tragó con fuerza.
-Ya me las comí, ¿ves?, ¡Me gustan todas!
Limpió sus ojos y sonrió, asintiendo para luego ir al baño y ahí mismo percatarse de su regla.
-¡Tae!, ¿P-podrías traer toallas?, No hay y..
-Sí, ya voy..
La peligris acababa de lavar su plato y se dió cuenta de que Gaek se burlaba de ella y su previa situación.
-Solo por reírte, tú me ayudarás a calmar a Jumin esta semana.
Y la menor sabía que no podía negarse a aquellos ojos demandantes, por lo que desganada y enfurruñada aceptó, (Aunque de todos modos, no tenía opción, era su turno y el de Taekyun hacerse cargo de Park ese mes).

La tarde estaba transcurriendo normal, ya todas estaban enteradas de que no irían al cine, -por obvios motivos- y decidieron traer el cine a casa, rentando películas que por petición, eran de zombies.
Zombieland y Guerra mundial Z. Comedia y suspenso serían gran idea;
¿no?

En zombieland todas reían a carcajadas con las bromas y las escenas extrañas, hasta la parte donde la "inocente" niña estafa a los protagonistas con su hermana para quedarse con sus cosas. Justo en esa parte, Jumin tenía los ojos llorosos, y se recargó en Gaek.
-¿Cómo es que.. e-ella pudo ser tan despiadada con ellos?, ¡Les salvaron..!
Su hipar estaba evolucionando, y la menor solo golpeó su espalda, sintiendo un dolor de cabeza palpitante.
-Es un filme, ella en realidad es muy buena con ellos; así que no llores y disfruta la película.
-Estoy bien. Solo que.. es tan cruel. Y.. ¡y me hace pensar en mí!
Nam puso pausa, rodando los ojos y todas miraron con angustia a la chica que sollozaba.
-¿Porqué?
Y todos desearon golpear a Vibe por preguntar.
-P-porque.. he sido muy egoísta con ustedes cuando me ayudan.. no suelo agradecerles lo suficiente.. L-lo siento.
-No, no es necesario Jumin-ah, no necesitas ni agradecer ni disculparte.
-Han hecho tanto por mí..
-Y lo seguiremos haciendo, pero.. deja de llorar.
Y de nuevo, la pelinegro secó sus lágrimas. Retomaron la película hasta el final con el esnifar de la lloroncita.
Vieron Guerra mundial Z después y agradecieron que se quedara dormida antes de la mitad, porque seguramente lloraba en cualquier momento.
-Que triste ser un zombie y no saberlo, por el hecho de que no tienes conciencia.
-Ah, sonaste como Jumin-ah, danos un respiro, Jen.
-Y a penas va el primer día de 5 o 6 más.
Todas rieron, excepto Taekyun y Gaek, quienes la lidiarían. Exclusivamente, Tae se sentía más.. extraña.
Ella estaría día y noche con su mejor amiga como todos los días, y tal como Jumin hizo cuando estaba en su periodo. Seguramente la azabache  se sentía igual de afligida que Kyun en esa posición de responsabilidad.
Con una pequeña sonrisa, se levantó y cargó a Jumin.
-Ya nos retiraremos a dormir, disfruten la noche.

Con un despido adecuado, Tae depositó a la chica con delicadeza y la tapó, acariciando sus cabellos.
-Lamento hacerte llorar hoy. Te quiero, tontita.
Y en cuanto iba a su cama, los grandes ojos de la ya acostada le miraban con intensidad y una sonrisa.
-No es tu culpa.
Tae apretó su mano, asintiendo.
-Duerme conmigo hoy, por favor. Tengo miedo.
-¿Miedo de qué?
Jumin tenía los ojos llorosos ahora, y miró con sinceridad a la peligris.
-De perder a mi mejor amiga.
La azabache había soñado que Kim se marchaba de la banda y consecutivamente, de su vida. Y temía un futuro sin esa sonrisa cuadrada iluminando cada día de su vida. Porque Taekyun era tan bonita que te podría curar, porque era tan buena persona que dolía y te aliviaba al mismo tiempo.
Y lloró por aquella idea azotando su mente de nuevo. Y Tae la abrazó mientras sonreía, besando su frente.
-No te desharás de mí tan fácilmente, tontita.
-¿Me lo prometes?
-Sí.. con mi corazón entero. Así que no llores más.
-Te amo, Kim Taekyun.
-Y yo a ti, Park Jumin.

Y así, acurrucadas en la cama caliente, durmieron plácidamente, ya que Jumin no tuvo malestares ni cólicos aquella noche.

Tal vez Jumin fuera un poco más sensible que el resto, pero eso no le quitaba lo maravilloso de su sola presencia.