Quiero Decirte..

Capitulo 5

Narra Elizabeth:

Al caer la caja todas sus cosas se habían esparcido por todo el piso. Se puso a levantar las cosas y a guardarlas otra vez.

- Yo lo puedo hacer sola. - dijo cuando intenté ayudarla.

- No sé porque estás enojada conmigo..

- ¿Porque estoy enojada? Te estás volviendo igual que nuestros padres. Solo trabajo, trabajo, trabajo... ¡No sabes otra cosa!

- Okay, primero, deja de gritarme que te escucho perfectamente. Y segundo, yo no solo trabajo, trabajo, trabajo, como tú dices.

- ¿Entonces? ¿De dónde vienes?

-.. *suspiro* Nallely.. ¿Para que estudie? ¿Eh? 

- ¡Para estar lejos de mi!

- Eso no es cierto..

- ¡Siempre fuiste la hija preferida! Hasta mamá lo admitió cuando murió.

- Nalle.. deja de actuar como una niña chiquita.

- ¿Sabes que? Quédate con mis cosas. Lo único que quiero es salir de aquí. - dijo haciéndome a un lado para salir.

Fui con ella a la sala.

- No tienes que irte. Podemos arreglar las cosas.

- ¿Puedes arreglar el hecho de que mi madre nunca me quiso? - dijo.

-... - baje la mirada.

- Eso pensé. - dijo saliendo y azotando la puerta detrás de ella.

Me sentí como la peor hermana del mundo. Deseaba que mamá estuviera aquí. Pero era imposible. Ella ya no estaba y nunca regresaría.

Me acosté temprano, algo que jamás hacia. Pero estaba tan cansada que me acosté sin quitarme la ropa.

*Bip* *Bip* *Bip*

Escuché la alarma. Levanté la cabeza y miré la hora.

- 7:46... - dije sin darme cuenta de que ya iba tarde al trabajo. - ¡7:46!

Me levanté y corrí al baño. Me bañé lo más rápido que pude y me cambié de ropa. No tuve tiempo de hacer mi cama o desayunar, así que solo tome mi bolsa y tomé un taxi.

- ¿Tarde? - pregunto el chófer.

Me miré al espejo, había olvidado que tenía que cepillar mi cabello. Antes de llegar solo me hice una cola de caballo, que se veía mal ya que no había podido cepillar mi cabello.

- ¡Gracias! - le dije al taxista y le pagué.

Entre al edificio. Estaba tarde, 8:32 AM. Dos minutos tarde. Nadie lo notaría, ¿Cierto?...

- Late.. (Tarde..) - dijo Lizeth.

- Come on! Just for two minutes. (¡Vamos! Solo por dos minutos) - le dije al entrar a mi oficina.

- Okay, but just to remind you, you were supposed to be in the location of the CNCO's video. (Está bien, pero solo para recordarte, se suponía que estarías en la ubicación del video de CNCO.) - dijo al salir de la oficina.

- Oh no... - saque del cajón un cepillo que tenía ahí y me arregle el cabello.

Después volví a tomar mi bolsa y salí corriendo del edificio. Pero al salir me tropecé con alguien y caímos ambos al piso.

- Disculpa, no te ví. - dijo él ayudándome a recoger los papeles que se habían caído.

- No te preocupes, yo fuí la que no se fijó..

- Elizabeth, ¿Verdad? - dijo al levantar la cabeza.

- Sebastián Yatra. Wow, qué gusto por fin conocerte. - dije levantando me. - Y si, soy Elizabeth. Mucho gusto.

- Mucho gusto. He escuchado mucho de ti.

- ¿De verdad?

- Eres la novia de Luis Coronel, ¿No?

- He.. si.. somos.. somos novios..

- ¿Terminaron?

- ¿Perdón?

- Disculpa que te pregunte, es solo que todos están hablado de eso. Igual y no tienes porqué responder.

- No, no, está bien. Solo que.. no sabía que decían eso..

- Bueno, fue un gusto conocerte. - dijo dándome los papeles que se habían caído.

- Igualmente. Mucho gusto. Ah, y por cierto.. él y yo seguimos siendo novios.

- Está bien.. - contesto sonriendo.

Se fue y yo subí al taxi. Al llegar a donde se grabaría el vídeo, se veía que había un desastre.

- ¿Quien es la responsable de todo esto? - dijo una señora algo mayor que se veía bastante enojada.

- Perdón, llegue un poco tarde. Pero tenía que... - me interrumpió antes de terminar de hablar.

- ¡Que irresponsable! ¿Sabe que este es su trabajo?

- Si, pero...

- ¿Y sabe que debe de llegar a tiempo?

- Eso lo sé perfectamente...

- ¿Y sabe...? - está vez la interrumpí yo.

- Si señora. Sé muy bien cual es mi trabajo. Tenía que ir a la oficina para agarrar unos papeles. Más a parte usted no tiene nada que hacer aquí.

- De hecho, ella es la directora del vídeo. - dijo Joel.

- Y estás despedida. - dijo la señora dándose la vuelta.