Quiero Decirte..

Capítulo 55

Narra Elizabeth:

Lizeth no dijo nada. Solo tomo su bolsa y salió de la oficina mientras las secretarias solo se reían.

- ¿Porque lo hicieron? - les dije.

- Una disculpa señorita Gómez. Pero, ¿Apoco no se lo merecía? Ella nunca valora su trabajo.

Miré a Luis.

- Pues ahora tienen que recoger todo esto porque tengo trabajo que hacer. - dije agarrando las cosas que Luis me había ayudado a traer.

- ¿Necesitas ayuda en algo? - preguntó.

- No, estoy bien. Pero necesito hablar contigo de algo importante. Pero ahorita con este desastre no.

- Está bien. Les ayudaré a limpiar todo esto.

Entré todos sacamos los papeles y vinieron a limpiar la oficina. Una vez limpia Luis pidió comida.

- ¿De qué querías hablar? - pregunto mientras comía.

-... *Suspiro*... ¿Recuerdas la noche de Navidad?

-.. Si.. - contestó.

- Yo... Yo iba a decirte algo muy importante.. algo que me ilusionaba mucho decirte porque.. - se me cortó la voz.

Sentí como me tomaba de la mano.

- Porque estabas embarazada.. - dijo.

Levanté la mirada.

- Si.. - dije con lágrimas juntandose en mis ojos. - Porque estaba embarazada..

- Eli..

- Espera.. - dije limpiando las lágrimas que habían rodado por mis mejillas. - Cuando regrese a Los Ángeles.. yo...

Se me hacía difícil decirlo. Era difícil para mí admitir lo que había pasado, porque era demasiado doloroso.

- ..Lo perdí.. - salió de mi boca y no pude más.

Todo lo que sentía lo saqué en su hombro después de que me abrazara. Simplemente no pude más.

Narra Sebastián:

Llegamos a nuestro destino. Me cambié de ropa para salir a comer con todos.

- So...

- No digas nada... - dije tratando de llamarle a Elizabeth sin éxito.

- ¿Que pasa? - preguntó Ricardo.

- No prende mi celular. - dije después de que se apagó.

- ¿Y como van las cosas con tu hermana? - preguntó Jaco.

- ¿En la universidad? Supongo que sí. Casi no me dice nada de eso.

- ¿Y en el amor?...

- Ni lo pienses.

Elizabeth me regreso la llamada y salí a contestarla.

(Llamada)

- ¿Que pasó? - dijo en una voz que podía reconocer.

Había estado llorando.

- ¿Estás bien? - le pregunté en una voz calmada.

- Si.. - contestó.

Era claro que mentía.

- Solo quería saber cómo iba tu día.

- Hay.. - dijo tratando de reír. - Cuando llegue a la oficina había un desorden.. que ni te cuento.. - dijo con la voz más calmada.