Capítulo 68

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Narra Sebastián:

Miré a Elizabeth mientras contestaba la llamada. En su voz se podía notar que sentía miedo.

- No le hagas nada.. - dijo después de unos minutos. - ¡No! ¡Déjala!

Aventó el celular y llevo sus manos a su cabeza.

- ¿Quien era? ¿Que quería? - le pregunté mientras me sentaba junto a ella.

Sin contestar solo me abrazo. La rodeé con mis brazos para abrazarla también.

- Tiene a mí hermana, Sebastián.. - dijo entre lágrimas.

Narra Nallely:

Después de unos minutos tomé de lo que había traído y lo comí. No me pare de dónde estaba sentada. Tenía miedo.

La mujer volvió a entrar, pero esta vez con alguien más. Un hombre de cabello rizado color blanco o plateado. Parecía están en sus 30s.

- Vamos, niña. - dijo tomándome de la mano.

Lo único que podía venir a mi mente era si iban a matarme o a hacerme algo. Pero no fue así. o eso parecía.

- Súbete. - dijo al sacarme afuera de la casa.

253 leí de la casa. Ese era el número del lugar donde me tenían. Obedecí y entré al coche. Alguien que venía detrás de mí puso un saco o algo así en mi cabeza para que no pudiera ver.

Todas las personas, a excepción de la mujer, tenían algo en sus caras. Un pasa montañas, para ser exacta. Después de lo que parecía un largo camino se detuvieron.

- Vas a bajarte, contarás hasta 30 y podrás quitarte la bolsa de la cabeza. Si te la quitas antes, te mataré, ¿Me escuchaste?

- Si.. - respondí con miedo en mi voz.

Sentí su mano en mi brazo y la fuerza con la que me jaló fuera del coche.

- Cuenta hasta 30 - dijo nuevamente.

Después de eso escuché el sonido de una puerta cerrarse y el motor del coche alejarse. Hice lo que pidió, conté hasta 30 antes de quitar la bolsa o lo que sea que tenía en la cabeza.

-... - había silencio por todos lados.

Miré a mi alrededor. Era una estación de servicio. Estaba vacía. No sabía que hacer. Así que comencé a caminar por la carretera. Hasta que una mujer con una camioneta pasó.

Narra Sebastián:

- Elizabeth, tranquila. Solo tienes que esperar a que vuelva a llamar. - dije mientras la veía caminar de un lado a otro.

- Es que no lo entiendes, Sebastián. Me llamo anoche y.. - se detuvo al ver hacia la ventana.

Corrimos fuera de la habitación y bajamos las escaleras.

- ¡Nallely! - dijo al encontrarse con ella en la recepción del hotel. - ¿Estás bien? ¿Que pasó? ¿Te dejaron salir?

- Si..

- ¿Que estabas pensando?

- Eli yo..

- ¿Que no piensas lo que haces?

- Si, pero..

- ¿Como puedes simplemente salir por ahí? Pudo haberte pasado algo malo.

- Y lo sé, pero..

- Eres una irresponsable..

- Elizabeth.. - dije tomando la del hombro.

- Me tenías preocupada, ¿No lo entiendes? Perdí a mamá y no quiero perderte a ti también. ¿Porque saliste así?

- ¡Ya! - grito Nallely. - ¡Estuve secuestrada y tú no hiciste nada!

- ¡No fue mi culpa!

- ¡Claro que sí lo fue! ¡Eres la peor hermana del mundo!

- ¡Deja de hablarme así!

- ¡Solo digo la verdad! ¡Te odio! ¡Desearía que fueras tú quien hubiera muerto y no mamá!...

Elizabeth se hizo para atrás.

- Nallely.. - trate de hablarle.

- ¡Tu cállate, Sebastián! ¡Y dile a tu hermana que no quiero volver a verla! - grito y corrió hacia el elevador.

Narra Elizabeth:

¿Deseaba que estuviera muerta? Jamás la había escuchado hablar así.

- Elizabeth.. - me dijo Sebastián tomando mi mano. - ¿Estás bien?

- ¿Estoy bien? - conteste con lágrimas en los ojos. - Ya no lo sé.

No entendía cómo podía seguir conmigo después de lo que le había gritado Nallely.

- Escucha... - me dijo. - Yo hablaré con ella.

- No te escuchará. - respondí mientras tomaba agua en el restaurante del hotel.

- Yo creo que sí. ¿Podrías ir con mi hermana? - preguntó dándome la llave del cuarto.

- Si.. - conteste agarrándola.

- Todo estará bien.

- ¿Sabes?.. nunca he creído a nadie que dice eso.. porque nunca está nada bien...

- Entiendo.. pero hay veces que tratar de creer es mejor, que no tener nada en que creer.

Lo miré y sonreí un poco.

- Oh y.. ¿Podrías no decirle lo que dijo Nallely? 

-.. claro.. no le diré..

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