— Bien, jóvenes, es todo por el día de hoy.
Pueden retirarse. —Los estudiantes comenzaron a salir a montones, como era costumbre. Y como era costumbre, Minki esperó en su mesa hasta que el salón se quedó casi completamente vacío. Soltó un suspiro antes de tomar su mochila y salir del salón.— ¡Hola, Minki-kun! —Escuchó al pasar por las escaleras y volteó.
— ¡Oh! Ritsu-chan, hola.
— ¿Cómo estás? ¿Qué has hecho?
— Todo en orden. Gracias. ¿Qué me dices tú?
— Ah, bueno, ya sabes, clases por aquí y por allá. Oye, hablé con Aiko-chan el otro día, ¿qué crees que me dijo?
— No lo sé, ¿qué te dijo?
— Dijo…
— ¡Ritsu-chan! ¡Minki-kun! —Escucharon la voz de la chica que acababan de nombrar.
— Aiko-chan. —Corrió para alcanzarlos.
— Minki-kun, ¿por qué siempre sales al final?
— Creo que es agradable.
— Mj, oigan, ¿están emocionados por las vacaciones?
— ¡Sí! Mis padres y yo iremos a Escocia a pasar navidad.
— Nosotros vamos a ir a Suecia a la casa de unos tíos. Allá se va a reunir toda la familia. ¿Qué hay de ti, Minki-kun? ¿Dónde pasarás la navidad?
— En casa.
— Que… bonito. Minki-kun, ¿alguna vez has salido del país? Deberías visitar Europa. Es hermoso. Pero siempre que nos cuentas, sólo hablas de tu casa.
— Bueno, me gusta estar en mi casa.
— Claro. Y ¿cómo te fue en el examen?
— ¡Ah! Sí, estuvo fácil.
— Sí. Seguro. —Bromearon las dos chicas.
— Bueno, chicas, me voy a clase.
— Oye, ¿a dónde irás después? Podemos ir a tomar un café. ¿Te gusta el café?
— Voy a estar ocupado, de verdad. —Siguió su camino hasta el salón de química y entró.
Ya habiendo algunos compañeros, seleccionó una mesa aún vacía para sentarse. Dejó su mochila a un lado y apoyó sus codos sobre la mesa. Miró por la ventana hasta que entró el profesor.
La clase comenzó y conforme el tiempo avanzaba, Minki se preparaba mentalmente para lo que venía después.
Tic Toc.
Escuchaba del reloj mientras los últimos minutos transcurrían.
— Okay, chicos, terminamos por hoy. No olviden que la siguiente clase vamos a trabajar con su tabla periódica. Pueden retirarse. —Los estudiantes comenzaron a celebrar unos con otros y recogieron sus cosas.
Minki se quedó sentado un momento analizando lo que iba a hacer. Tomó su mochila y salió junto a sus compañeros, mezclándose entre ellos, por lo que escuchaba sus pláticas casi a gritos, y una que otra vez recibió un empujón o un pisotón.
— Espero no tener que volver a hacer eso en mi vida. —Se dijo a sí mismo cuando salió de entre la multitud y comenzó a bajar las escaleras. Llegó a su locker y no tardó en escuchar pisadas, claro había otros tantos estudiantes, pero esa frase en la nota de esa mañana lo tenía tan asustado, que con un pánico terrible abrió el cajón y se cambió lo zapatos a toda velocidad, acomodó sus cosas y casi corrió fuera del edificio.
— Ya, ya, cálmate, ya pasó. —Se repitió una y otra vez cuando llegó hasta la mitad del plantel. — ¡Ay! Pero… —Tomó su mochila con una mano y con la otra abrió la cremallera— "¿Dónde la puse? Aún no le escribo los datos. ¡Ja! Tanto tiempo y es ahora que me acuerdo."
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El anillo de mi dedo anular
Romance" - Te casarías conmigo? -El silencio inundó la habitación, en partes sabía que debía decir que no... que debía rechazarlo porque ese anillo... esa pregunta debía ser para su hermana, no para él. Aunque... para ser sinceros... no le sorprendió...