— Minhyun. —Llamó Hoshi al cruzar la puerta de entrada, pero no recibió respuesta. — ¿Minhyun? —Nuevamente sólo hubo silencio. — ¿Sigue dormido este hombre? —Caminó por el pasillo hasta la sala, se acercó al sofá y dejó sus cosas estando ajeno por completo al joven que yacía en el suelo hasta que se giró y lo vio.
— ¡En la madre! ¡Minhyun! —Corrió hacia él y se arrodilló a su lado. — ¿Qué haces ahí?
Momentos atrás, en su desesperación y entre mareos, Minhyun se había rodado del sofá importándole poco haber caído al suelo, no había hecho un esfuerzo desde entonces por levantarse; sólo había continuado rodando en el suelo y aún en ese momento no quería moverse de ese lugar.
— Minhyun, háblame, dime algo. "Es la última vez que te dejo en este estado."
— Déjame en mi miseria, Hoshi. —Fue todo lo que dijo con tono apagado.
— Que miseria ni qué nada, ven acá. —Lo sujetó de los brazos y trató de sentarlo, pero Minhyun no puso nada de su parte por mantenerse así y su cuerpo se balanceó hacia adelante y atrás hasta que sus manos resbalaron de las de su amigo y volvió a caer al suelo. — Perdón, perdón. ¿Te lastimaste?
— Sí... yo solo.
— Perdón. No fue mi intención, es que no me ayudas. Siéntate, hombre.
— No. Me quedaré aquí.
— ¿Por qué querrías eso? Odias que tu ropa se ensucie así.
— No me importa.
— Minhyun... —Suspiró pensando. Cuando algo se le ocurrió puso cara de susto y gritó: — ¡Hay sal debajo de ti!
— Me da igual. Me quedaré aquí... déjame sufrir...
— Que bueno que no hay nada de verdad, ya estarías lleno de salpullido.
— No se compara. Cualquier cosa sería mejor.
— ¿De qué estás hablando, Minhyun? Anda, levántate. —Volvió a tomarlo por los brazos y lo jaló alzándolo una vez más. — Necesito un poquitín de ayuda, Minhyun, quédate así.
ESTÁS LEYENDO
El anillo de mi dedo anular
Romantizm" - Te casarías conmigo? -El silencio inundó la habitación, en partes sabía que debía decir que no... que debía rechazarlo porque ese anillo... esa pregunta debía ser para su hermana, no para él. Aunque... para ser sinceros... no le sorprendió...