LXX

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Cada uno comenzó a ocupar un lugar en la mesa, Minhyun había subido las escaleras unos minutos atrás para ir a buscar un suéter, pues le había dado el suyo a Ren que no dejaba de temblar por ratitos; sin embargo la señora Hwang había dicho que hacía mucho frío y por ende envió a Minhyun por otro suéter a lo que él no replicó.

Bajó poco después poniéndose el suéter que había escogido, entró al comedor y apenas Ren lo vio se levantó nuevamente de su silla.

Bajó poco después poniéndose el suéter que había escogido, entró al comedor y apenas Ren lo vio se levantó nuevamente de su silla

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— ¿Qué te pasó, hijo?

— Ay, Minhyun, otra vez ese suéter.

— Tiene un significado muy especial para mí, mamá

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— Tiene un significado muy especial para mí, mamá.

— Imagino que debe tenerlo para que lo uses todo el invierno, solamente ayer y hoy no lo habías usado.

— Estaba en la maleta.

— Bueno, ven, siéntate.

— Vuelve a sentarte, Minki. Minhyun siéntate junto a Minki.

— Sí. —Se acercó a la silla junto al menor y se sentaron al compás del otro.

— Se ve realmente delicioso, tía.

— Gracias, Kevin, tus padres y Soo prepararon gran parte de la cena.

— ¿Estás bien? —Susurró Minhyun notando que la mirada de su prometido estaba perdida en algún punto lejano

— Sí... sólo que... ese suéter... ¿te queda bien?

— Sí, de maravilla de hecho.

— No creí que lo usarás.

— ¿Por qué no habría? Fue el primer regalo de navidad que me diste, por eso significa tanto para mí, desde que me lo diste cada invierno debe estar conmigo a donde sea que vaya.

El anillo de mi dedo anularDonde viven las historias. Descúbrelo ahora