— Podría decirse que te salió bien, sólo hace falta que no quede tan seco. —Decía Kaeun mirando al frente y haciendo ademanes con las manos. Volteó al asiento de atrás donde se encontraba el rubio mirando por la ventana. — Rennie. Hola. —Chasqueó sus dedos un par de veces sacando al joven de sus pensamientos.
— Mande.
— ¿Estás bien?
— Sí. Noona...
— ¿Sí?
— ¿Crees que logre preparar ese guisado antes de que termine este mes?
— Claro. Es lo que venía diciéndote; te quedó bien, pero muy seco, hoy te daré algunos consejos que te ayudarán en mucho y si todo sale bien, seguro que para mañana podrás prepararlo como se debe.
— Genial. "Porque nuestro viaje a Londres se adelanto." —Volvió la vista a la ventana y su mente se perdió en ese recuerdo que no dejaba de repetirse desde hacía varias horas.
| Ren estaba sentado con un grupo de chicos a quienes ayudaba a escoger un nuevo estilo.
— Creo que con una cortina en color plateado y el resto del cabello en azul quedaría bien.
— Rennie. —Escuchó y alzó la vista.
(Japonés)
— Pensé que algo menos ostentoso te gustaría más. —Dijo su marido extendiendo una sola flor hacia el rubio.— Que bonita. Gracias.
(Coreano)
— Los dejamos hablar a solas. —Dijo uno de los chicos guiñándole un ojo y todos se pusieron de pie.— Gracias. —Fue todo lo que dijo Ren y los seis chicos salieron.
— Parece que estás haciendo muchos amigos.
— No vas a reclamarme eso, ¿verdad?
— No. ¿Te gustó la rosa o fue cortesía?
— Me gusta. También las de ayer me gustaron; es algo tan lindo...
Una vez en la escuela me regalaron flores, pero no fue el mismo sentimiento que tuve cuando tú me diste estás. —Miró a su marido y de inmediato lo notó un poco distraído. — ¿Qué tienes?
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El anillo de mi dedo anular
Lãng mạn" - Te casarías conmigo? -El silencio inundó la habitación, en partes sabía que debía decir que no... que debía rechazarlo porque ese anillo... esa pregunta debía ser para su hermana, no para él. Aunque... para ser sinceros... no le sorprendió...