— ¿No eres Hwang Minhyun? El cantante.
— Sí, ¿quién eres tú?
— Takumi Osamu.
— Ahh, y ¿necesitas algo? —Ren lo miró.
— Sí. Minki. —Ren apretó sus labios. — Dejaste esto. —Ren, por cortesía, recibió la hoja que el castaño le extendió. — Nos vemos el lunes. —Pasó al lado de ambos.
— Takumi Osamu, ¿es tu compañero?
— Del salón no. —Desdobló la hoja y al ver las palabras "hablaremos en lunes" la volvió a doblar y la tiró a la basura. Minhyun se extrañó por el acto.
— ¿Entonces? ¿Cómo supo que dejaste eso?
— Yo no lo dejé. —Minhyun se quedó más extrañado, pero prefirió no decir más. — Voy a cambiarme los zapatos.
— Vi un casillero que tenía un... —Ren se detuvo en seco frente a su casillero al ver una hoja pegada. Seguramente cosa de alguno de sus compañeros.
¨100 sellos y aceptas a tu enamorado. Llevamos 75.¨
Decía la hoja, Ren cerró los ojos y la arrancó haciéndola bolita antes de abrir la puertita de metal y sacar sus zapatos.
— ¿Es tu casillero?
— Sí, pero son cosas de los demás, yo no pienso darles el gusto de que crean que me afecta.
— Eres muy inteligente. —Se acercó más al menor. — ¿Alguien más sabe de esas notas que me dijiste?
— De las notas no.
— Entonces ¿cómo supieron de eso?
— Porque empezó a dejar cosas más evidentes. Ya me mandaron a llamar como 30 veces a la sala de profesores para hablar sobre eso.
— Ah. Y ¿al menos ya supiste quién es? —Ren guardó silencio cerrando su casillero y Minhyun entendió que quizá no.
— Bueno, no importa ahora, no quiero que vayas con esa presión, ¿sí?
— Vale. —El rubio lo abrazó y luego lo miró sonriendo.
— Ven, vamos a tu casa para que te cambies, te despidas de tus padres y pasemos por tus maletas, ¿sí?
— Sí, vamos. —Minhyun le tomó la mano y salieron. Una vez más subieron a la moto y el camino fue silencioso hasta llegar a la casa.
Cuando entraron a la residencia los señores Choi los recibieron junto a los tres hermanos del moreno. Hablaron con Minhyun mientras Ren subió a su habitación para cambiarse el uniforme y bajar sus maletas con ayuda de los empleados.
— ¿Ya llevan todo?
— Sí, mamá. Llevamos todo.
— ¿Seguros? Serán dos semanas, ¿no olvidan nada más?
— No, mamá Choi, todo está en orden.
— Bien.
— En ese caso, —Habló esta vez el padre del moreno. — lleven el auto, mañana Koichi lo recogerá en el aeropuerto.
— Según yo, los papeles deberían tardar un poco más en estar listos.
— Tengo contactos, Jeonghan. Descuida, ya me encargué.
— Bueno, en ese caso, disfruten su viaje.
— Gracias, mamá, papá. —Hizo una venia y tomó la última maleta. — Nos vemos en dos semanas.
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El anillo de mi dedo anular
Romance" - Te casarías conmigo? -El silencio inundó la habitación, en partes sabía que debía decir que no... que debía rechazarlo porque ese anillo... esa pregunta debía ser para su hermana, no para él. Aunque... para ser sinceros... no le sorprendió...