La mañana llegó acompañada de una fría brisa con olor a mar, las nubes cubrían completamente al sol por lo que el día parecía un poco oscuro.
Ren abrió los ojos lentamente y lo primero que hizo fue alzar la mirada en busca de su marido sorprendiéndose al ver que ya no estaba ahí, ahora estaba solo en el sillón, cubierto con la manta y con una almohada debajo de su cabeza. Se sentó y miró nuevamente a un lado notando hasta ese momento una flor y una nota en la pequeña mesa de sala.
"Salí por las compras.
Quédate en casa, está haciendo frío.
No tardaré. Te amo."— Ay, si me vieras ahora, Minhyun. ¿Será que te has dado cuenta de mis sentimientos? Ay, —Sus mejillas se pintaron levemente de rosa. — ¿en qué estoy pensando ahora? —Se llevó una mano al pecho sintiendo su corazón latir alegremente. Leyó y releyó aquella pequeña nota una y otra vez hasta escuchar el auto estacionarse fuera de la casa. La dejó de nuevo en la mesa, volvió a acostarse y fingió seguir dormido, pero después de esperar varios minutos y no escuchar que el mayor abriera la puerta estiró su brazo y alcanzó la flor junto a la nota. — "Eres tan lindo." —Sonrió sin ningún otro pensamiento en su mente y respiró la fragancia que desprendían los pétalos.
— ¿Te gusta? —Escuchó por detrás y casi se cayó del sofá al voltear y encontrarse con esos ojos cafés llenos de amor y ternura, esa mirada que últimamente lo hacía temblar y sonreír de la nada, tanto que no pudo siquiera articular palabra. — ¿Acabas de despertar? —Ren comenzó a asentir levemente y finalmente habló.
— Sí. Hace poquito. —Minhyun sonrió y le peinó el flequillo; el corazón de Ren comenzó a agitarse más, se había dado cuenta que dormir abrazado por su marido lo volvía tan "vulnerable" a todo lo que viniera después. Minhyun le descubrió la frente y depositó en esta un suave beso.
— Feliz cumpleaños. —Le dijo logrando que los labios del menor se estiraran en una sonrisa totalmente sincera.
— Gracias. —Bajó la mirada sin borrar su sonrisa.
— Rennie, —Comenzó rodeando el sofá para sentarse junto al menor quien pronto le dio su atención. — he estado pensando mucho en todo lo que ha pasado en estos tres meses; realmente no sé qué hacer o decir, nunca me había pasado nada como esto, pero de algo estoy muy seguro y es: no quiero que nuestra vida juntos sea así, quiero hacerte feliz...
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El anillo de mi dedo anular
Romance" - Te casarías conmigo? -El silencio inundó la habitación, en partes sabía que debía decir que no... que debía rechazarlo porque ese anillo... esa pregunta debía ser para su hermana, no para él. Aunque... para ser sinceros... no le sorprendió...