— Buenas tardes, venimos a buscar al Vizconde.
— Perdón, alteza, él no quiere recibirlos.
— ¿Por qué no?
— Yo no sé, alteza. —Respondió con temor la mujer. — Está enojad...
— ¡Regina! —Se escuchó desde el interior de la casa. — Déjalos pasar. —La mujer abrió por completo la puerta dándole paso a los jóvenes.
— Buenas tardes, Vizconde. —Saludó el moreno mientras a su espalda Ren se mantenía callado.
— Buenas tardes.
Regina, empaca tus cosas y vete de mi casa.— Vizconde, yo...
— Vete. ¿Qué no entiendes, ladrona? —La mujer asintió con tristeza y se dio la vuelta.
— "Pero si ella no parece ser mala."
— Espera, Regina. —La llamó y ella se giró hacia él. — Ve al palacio, dile a Cleare que te dé una habitación y un puesto.
— Sí. Se lo agradezco mucho, alteza. —Dijo la mujer al borde de las lágrimas; Minhyun la miró y asintió dirigiéndole una sonrisa para después mirar nuevamente al hombre frente a él:
— Tengo muchas maneras de decirle esto, pero lo haré de la manera más prudente que encuentre.
— Te escucho.
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El anillo de mi dedo anular
Lãng mạn" - Te casarías conmigo? -El silencio inundó la habitación, en partes sabía que debía decir que no... que debía rechazarlo porque ese anillo... esa pregunta debía ser para su hermana, no para él. Aunque... para ser sinceros... no le sorprendió...