+Matamata, Nueva Zelanda. +
— Día seis.
Esto ya parece una bitácora como la de las películas de fin del mundo: día seis, no hay señales de vida, la invasión acabó con todo. —Enfocó la habitación. — Las ruinas pudieron haber acabado con los últimos sobrevivientes. Alto, escuché algo...— Rennie, ¿no viste dónde dejé mi...
— Un sobreviviente. ¡Atentos! ¡Tenemos rastros de vida e inteligencia humana! —Enfocó a su marido, que le siguió el juego al ver la sonrisa en el rostro del menor.
Llevó su mano a su pecho y caminó lentamente.
— Escapa, huye. —Se tiró al suelo boca abajo y Ren corrió hacia él.
— Resiste, resiste. —Dejó la cámara a los pies de su marido y puso ambas manos en la espalda del mayor. — ¿Me escuchas? Cgg. —Comenzó a hacer ese sonido entre palabras. — ¡Oh, no! ¡Ya vienen! Cgg. Cggg, cgggggg.
— ¡Blahg! —Se levantó saltando sobre Ren haciéndolo gritar. Ambos cayeron al suelo, el moreno quedó debajo de su marido y de vez en cuando gritaba por auxilio mirando a la cámara.
— ¡No! Auxi...lio. —Dejó caer su mano frente a la cámara y Minhyun le quedó encima. Unos segundos después se estiró para alcanzar la cámara y la apagó.
— Parece que llevamos una bitácora de supervivencia después de una especie de apocalípsis.— ¿Y eso por qué?
— Hemos estado grabando en estos días, y me dí cuenta de cómo suena decir "día tres, cuatro, cinco o seis".
— Bueno, pues las buenas noticias son: eres humanitario y un buen actor, y la mala: no sobrevivirías a una invasión zombie. —Ren sonrió ofendido y divertido a la vez y le dio una palmada en el hombro.
— No sobreviví porque me brincaste encima de sorpresa.
— Bueno, no creo que el zombie te diga "ahí te voy". —Ambos rieron. Se miraron y se perdieron una vez más mirándose a los ojos, Minhyun se acercó al rostro del menor y juntó sus labios con los de su esposo, que no se retiró ni se esforzó por alejarlo. — "No sé si agradecerte por dejarme besarte o alejarme y disculparme." —Pensó mientras sus labios se movían sobre los de su esposo.
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El anillo de mi dedo anular
Romance" - Te casarías conmigo? -El silencio inundó la habitación, en partes sabía que debía decir que no... que debía rechazarlo porque ese anillo... esa pregunta debía ser para su hermana, no para él. Aunque... para ser sinceros... no le sorprendió...