Las clases habían comenzado hacia 3 meses. El periodo de preparatoria era nuevo para el menor de los hijos de la familia Choi. El pequeño y reservado Choi Minki.
Caminó con despreocupación hasta el salón que ya ubicaba sin problemas. Entró y tomó asiento a un lado de la ventana. El salón estaba casi lleno, y aún así, el joven que además era poco hablador, miró por la ventana hasta el momento en que escuchó las pisadas del maestro adentrarse al salón.
— Buenos días, chicos. —Saludó el profesor al llegar al centro del salón.
— Buenos días, profesor. —Saludaron todos en una sola voz. Luego de que cada uno de sus compañeros, y él mismo, volvieran a sentarse, el profesor comenzó la clase. Estas transcurrieron sin ninguna novedad, o al menos para Minki. Miró al pizarrón y a la ventana, prestó atención a lo que decían sus profesores y anotó todos sus temas; él no tenía demasiados amigos, apenas 2, y solía hablar un poco con ellos durante el receso, nunca dentro de las clases, pues tenía muy en alto las expectativas de sus propias calificaciones y no se permitiría ninguna distracción.
Finalmente, ese día escolar terminó igual que otros más, y Minki salió de su salón al encuentro con su hermana.
— ¡One-chan! —Le llamó cuando la vio salir. Ella volteó hacia él y le sonrió.
— Minki, hola. ¿Cómo estuvo tu día?
— Regular. Digamos que igual que siempre.
— ¿Tuviste problemas? —Ambos comenzaron a caminar
— Solamente en la clase de cómputo.
— ¿El profesor te llamó la atención?
— ¿Bromeas? Eso no ha sucedido desde que entré a la preparatoria.
— Eso fue hace tres meses
— Sí, lo sé. Pero no. El profesor incluso me felicitó por mi excelente trabajo.
— Entonces, ¿dónde estuvo el problema? —Se detuvieron frente a los casilleros y él abrió uno.
— La computadora que me asignaron no encendió y tuve que sentarme hasta atrás. No pude ver claramente el pizarrón y tuve que levantarme varias veces a leerlo de cerca.
— ¿Tus lentes necesitan una nueva revisión?
— No es eso. —Sacó unos libros y los metió en su mochila. — Fue más por el ángulo en que estaba acomodada la computadora y el ángulo del pizarrón no concordaban y no pude verlo bien desde mi lugar.
— Eso no suena nada bien.
— No lo fue. Detesto tener que levantarme a copiar los apuntes porqué el profesor no los dicta.
— No todos los profesores son tan estrictos como el profesor Sakurada.
— Me imagino. —Cerró su casillero y miró a su hermana. — ¿Tienes práctica hoy?
— No, el equipo tomará este día y me da tiempo para organizar la nueva rutina.
— Debe ser difícil ser la capitana del equipo de porristas y encima la líder de equipo de química.
— Un poco, pero en química sólo será esta semana. —Volvieron a caminar para después salir de la escuela y encontrarse con el auto de sus padres esperando por ellos con sus otros dos hermanos dentro.
— ¡Eh! ¡Sooyoung-chan! ¡Minki! —Saludó una chica pelirroja asomándose por la ventana del auto.
— ¡Hye Rin! —Saludaron también ambos y corrieron donde en auto.
ESTÁS LEYENDO
El anillo de mi dedo anular
Romansa" - Te casarías conmigo? -El silencio inundó la habitación, en partes sabía que debía decir que no... que debía rechazarlo porque ese anillo... esa pregunta debía ser para su hermana, no para él. Aunque... para ser sinceros... no le sorprendió...