" - Te casarías conmigo? -El silencio inundó la habitación, en partes sabía que debía decir que no... que debía rechazarlo porque ese anillo... esa pregunta debía ser para su hermana, no para él.
Aunque... para ser sinceros... no le sorprendió...
La mañana había comenzado tranquila. El sol de verano iluminaba las calles liberando un cálido amanecer sobre la ciudad.
Dentro de la gran residencia de los Choi, además de los señores y jóvenes de la casa, algunos familiares se habían reunido y, por primera vez desde que el menor de los hijos de los Choi cruzó la puerta de entrada como un recién nacido, estaban incluso todos los empleados de pie, en fila delante de la puerta, mientras otros bajaban de la habitación las últimas maletas, y detrás de ellos Ren y Minhyun.
— Se siente un ambiente pesado, ¿están tristes? —Fue lo que dijo el moreno tratando de animar un poco el ambiente al mirar los rostros casi completamente oscurecidos por la tristeza de la mayoría de los presentes.
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— Yo no. Yo estoy de lo más feliz. Por fin tendrán su final de cuento de hadas, se irán a vivir juntos y felices por y para siempre. Que lindo.
— Siempre eres tan alegre, Lizzy, que no se te escape esa alegría.
— Claro que no, Minhyun, yo siempre soy así.
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— Bueno, bueno, parece que ya están sus maletas en el auto, así que vamos a despedirnos antes de que se les pase su vuelo.
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— ¿Saben? Estuve leyendo un poco sobre Corea, para cuando vaya a visitarlos y descubrí que allá a los chicos debo llamarles oppa, así que, ¿te molesta si te llamo oppa, Minhyun?
