ROBOT || Yoonmin

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Seokjin sentía el sudor recorriendo su piel al mismo tiempo que sus músculos se tensaban, el calor incrementaba en su cuerpo cada vez que hacía un movimiento o aplicaba más fuerza. Saltó un par de veces antes de quitar de un soplido el fleco que obstruía su vista.

Fijó sus pies en el suelo antes de propinar una serie de golpes al saco de boxeo, le dolían un poco los nudillos aunque estos estuvieron bien vendados, había decidido no usar guantes en esa ocasión justamente para sentir un poquito de dolor, quería desestresarse. Cuando se detuvo vio a sus amigos siendo molidos por la rutina de ejercicios que su entrenador les había asignado.

- Esto duele como... - Taehyung se mordió el labio cuando volvió a tomar con fuerza la barra para impulsarse hacia arriba antes de levantar sus piernas a modo de abdominales en el aire - Duele como... como... - cada vez que levantaba las piernas su voz de iba - Duele como una sala de estar completa - dijo soltándose y cayendo al piso, tratando de mantenerse de pie a pesar del temblor en sus piernas.

- Sigo sin entender su obsesión por los muebles - le dijo Minho al de hombros anchos mientras mantenía en su lugar el saco para que este siguiera golpeándolo.

- No le hagas caso, tiene unas muletillas extrañas - rió un poco antes de volver a propinar fuertes golpes.

- Como digas... - dijo viendo ahora al rubio hacer el mismo ejercicio en la barra - Desde que los trajiste contigo he notado que ambos tienen mucha condición - comentó el entrenador.

- ¿Verdad... que si? - Jin sonreía y trataba de que sus palabras se entendieran entre los golpes y su respiración pesada.

- Sin embargo no los veo sudar como nosotros.

El de hombros anchos se detuvo abruptamente, haciendo que Minho se desequilibrara un poco - Son modelos, ¿no sabes que algunos se inyectan cosas justamente para evitar eso? - rió un poco.

- ¿De verdad? - preguntó impresionado - Supongo que eso debió haberse hecho mi tía.

- Debería hacerlo yo también, sudo como cerdo, ¿no lo crees? - ambos sonrieron.

- ¿Quién es él? - preguntó el entrenador - Parece que está perdido.

Seokjin siguió su mirada y reconoció a un tímido humano de dos metros que veía a todos lados como si temiera que alguien llegara a morderlo - Yo lo conozco, le pedí que viniera.

Tomó una toalla y caminó hacia él mientras trataba de retirar el mayor sudor que podía, cuando el más alto lo vio suspiró aliviado - Seomin, que bueno que apareces.

- Es Seokjin - corrigió con una pequeña sonrisa - Gracias por venir, Chanyeol hyung.

- No me llames hyung - rascó su nuca mientras sonreía nervioso - Sólo soy un poquito mayor, Seokjin - se aseguró de decirlo correctamente en esa ocasión.

- Sólo soy educado - sonrió más ampliamente - Lamento haberte pedido que vinieras hasta este lugar que huele a humano concentrado.

- No hay problema, y bien, ¿para qué soy bueno?

- ¿Eh? - Jin no quitó su sonrisa pero tenía una pequeña mueca de confusión, no entendía el por qué debía decirle alguna aptitud.

- Oh, emm - Chanyeol tosió un poco - ¿Por qué me llamaste?

- Ah, eso... - Seokjin dejó de sonreír y tomó la muñeca del más alto para alejarlo un poco de los demás - Quería saber si podrías hacerme un favor.

- ¿Un favor?

- Si, pero antes quería hacerte una pregunta.

- ¿Una pregunta? - preguntó curioso, Seokjin resistió las ganas de rodar los ojos, ¿acaso era sordo? Quería creer que no, sus orejas eran del tamaño de sus manos.